En una charla con los colegas de Sintonía Granate, el ídolo Hugo Morales rememoró, entre otras cuestiones, su gran paso por el Granate, donde consiguió el primer trofeo internacional de la historia del club: la Copa CONMEBOL 1996. «Fue una linda locura lo que viví, que también fue mí primer título como jugador. Esos recuerdos van a quedar siempre grabados en mí para siempre», resaltó el 10.
• Lanús, en la vida de Huguito.
«En 17 años de carrera, los mejores recuerdos los tengo en Lanús. Prácticamente, es mí segunda casa por todos los momentos de alegría que pasé, que van a quedar siempre grabados en mí para siempre: el primer título internacional, la locura de la gente, el recibimiento, ganamos en una cancha complicada en Bogotá. Fue una linda locura lo que viví, que también fue mí primer título como jugador. Además, me había llegado la citación para la Selección. Después, tuve que atravesar una enfermedad estando en el club, y siempre recibí mucho cariño por parte de la gente».
«Me faltó la frutilla del postre que fue jugar el Mundial. Pero, pude jugar las Olimpiadas y partidos de Eliminatorias gracias a Lanús».
• La evolución del fútbol bajo la lupa del ídolo.
«El fútbol de hoy se juega a otra cosa, es más físico, más dinámico, todo más rápido. Prácticamente, ni se juega en la mitad de la cancha. En mí época, había que dársela mucho más al enganche para que haga la pausa. Hoy en día, se ha evolucionado mucho en lo físico, en las pretemporadas».
• La pelota siempre al 10.
«A mí dame siempre un enganche para mí equipo, dampe al que juega bien al fútbol y corre menos, aunque cada uno tiene su rol dentro del sistema. Ojalá en algún momento pueda dirigir a un equipo y darle consejos a los chicos que son enganches y tienen un sentido diferente del manejo de pelota. Cuando yo jugaba, siempre me decían que cuando perdíamos la pelota colabore como un cuarto volante, y cuando la teníamos, que me suelte y juegue».
«Fui a mirar algunos partidos de las inferiores, y Lanús tiene muy buen pie, juegan por afuera, hacen pausas».
• Un gran consejo para los chicos del club.
«Hoy en día, surgen los chicos de las inferiores y, automáticamente tenés a varios representantes ahí pegados. Hay que saber manejar bien la ansiedad porque se mueven muchas cosas alrededor del fútbol. El jugador tiene que tener los pies sobre la tierra y tener cerca a la familia para que lo aconseje bien. A mí me tocó debutar a los 16 años en Huracán, y tuve compañeros más grandes que podían haber sido mis padres, como Héctor Cúper -que tenía 36-, el Bichi Borghi, el Turco Mohamed. Todos ellos me fueron aconsejando y me la hicieron más fácil, y yo sabía que me tenía que mantener en Primera haciendo las cosas bien».
• ¿Veremos en un futuro la dupla Morales – López en el club?
«Me encantaría poder trabajar en Lanús. Con el Chupa López tenemos un proyecto -que surgió en la época de la pandemia- para empezar a dirigir. Todavía no conseguimos un representante que nos pueda abrir las puertas para poder trabajar. Ojalá pueda cumplir el sueño de poder dirigir con mí amigo en Lanús y devolverle al club y a los hinchas todo lo que me dieron».