El Granate dejó buenas sensaciones en su paso por Colón y Concepción del Uruguay: cayó en un juego friccionado ante La Unión, pero reaccionó con una gran victoria frente a Rocamora. Mañana, a las 21, buscará cerrar la gira con un triunfo ante Central Entrerriano.
Lanús abrió su gira entrerriana con un partido de altísimo desgaste frente a La Unión, que aprovechó su localía para imponerse 59-55 en un duelo de bajo goleo y mucho roce. El equipo de Manu Anglese mostró intensidad desde el arranque, con aportes de Spearman, Chaine y Franchino, aunque algunas pérdidas y desconcentraciones defensivas en el segundo cuarto le dieron aire al local. Aun así, el cierre encontró al Granate competitivo, con Merchant como vía de gol en los momentos decisivos.
Dos días más tarde, el Grana mostró su mejor versión en Concepción del Uruguay y se quedó con un triunfo valioso: 82-73 ante Rocamora. Desde una mayor circulación de pelota y una noche muy efectiva desde el perímetro, Lanús encontró respuestas colectivas y liderazgo ofensivo en Michael Henry, goleador con 19 puntos. Con 12 triples convertidos por ocho jugadores distintos, el equipo logró imponer su ritmo en el complemento y controlar un cierre que lo tuvo siempre con temple y solidez.
La reacción ante Rocamora dejó en claro el crecimiento del equipo, que mostró carácter para corregir rápidamente lo que había faltado en el primer duelo. La identidad que propone Anglese —defensa intensa, ataque fluido y protagonismo compartido— apareció con fuerza y marcó la diferencia.
Lanús ahora apunta a su última parada en la ruta: mañana a las 21 horas visitará a Central Entrerriano, en un duelo clave para cerrar la gira con balance positivo y seguir afirmándose en la Conferencia Sur.
