Relegado del equipo titular en las últimas semanas, y luego de una misteriosa ausencia ante Talleres, el ídolo vuelve a concentrar contra Argentinos. Sin embargo, su destino es una verdadera incógnita. ¿Sigue seis meses? ¿Se retira al final del campeonato? Si no es en Lanús, ¿Seguirá jugando en otro equipo? Una novela del día a día, que no tiene un final escrito. Al menos hasta el momento. 

En estos tiempos que corren, pensar que en Lanús haya un poco de tranquilidad es pedir un montón. Si bien los tres triunfos al hilo acercaron un paño de calma en las últimas semanas, nadie puede negar que el club está atravesando uno de los momentos más difíciles de los últimos años, deportivamente hablando, claro. Las malas decisiones, acompañados por los pésimos resultados, hicieron que el equipo se hunda al fondo de la tabla a lo largo de todo el 2022. Lógicamente que el objetivo inmediato y primordial es tratar de terminar lo más arriba posible y aprovechar el envión.  Pero una vez terminado el campeonato será la hora de realizar un análisis más que profundo de lo que deja la temporada. En todo sentido. Aceptar errores, cambiar formas, y pensar en lo que viene. Un 2023 que deberá ser totalmente diferente. Y entre varios factores en carpeta, uno de los temas a tratar, ni más ni menos, es qué pasará con Jose Sand. 

A los 42 años, el correntino ídolo, máximo goleador de la historia del Grana y emblema de la institución, inevitablemente llega a la recta final de su carrera. Relegado del once titular hace algunas semanas, y sumando escasos minutos en los segundos tiempos, da la sensación que todos los caminos parecen alejarlo de Lanús. En primera instancia, y principalmente, porque su vínculo finaliza en diciembre de este año. No hay mucha vuelta en el asunto. Todo tiene un final. Y esta vez sí, parece ser la vencida. Si bien ni desde la dirigencia ni mismo de su parte se refirieron públicamente al tema, todos los caminos conducirían a que estos partidos que quedan por delante serían los últimos de José con la 9 del Grana. Sí, aunque cueste aceptarlo, todo termina. Habrá que esperar si el goleador tiene pensado su retiro ahora o dejará una puerta abierta con otra camiseta.

José Sand, quien acumula 8 goles (sumando todas competencias en lo que va del 2022), venía siendo titular en el once de Kudelka, pero eso se cortó y llegó a su fin luego de la derrota del Grana ante Barracas por 2 a 0. Posteriormente a esa fatídica tarde, no solo que no volvió a estar de entrada, sino que a su vez jugó muy poquito. De hecho, solo entró a falta de 15 minutos frente a Boca, y de 7’ en el Clásico con Banfield. Fue todo. Luego, no estuvo con San Lorenzo en la lista de convocados por un supuesto cuadro gripal. Y el caso más curioso, y polémico a la vez, sucedió en el último encuentro, ante Talleres en Córdoba. Con más de una de versión dando vueltas, lo único que quedó bien claro en todo el asunto fue que no viajó, no hubo ningún parte médico indicando que el jugador padeció alguna lesión, y la puerta quedó abierta a cualquier tipo de especulación.

Ahora bien, pensando en choque con Argentinos, en la Fortaleza (mucho tiene que ver), Sand si aparece entre los concentrados y ocupará un lugar en el banco de los suplentes después de toda esta historieta en el medio. Muchos hinchas esperarán la tarde noche en Cabrero y Guidi para comenzar a aclamar por el ídolo – inobjetable – del club. Lo cual, a la espera de cómo salgan las cosas con el Bicho, será una olla de presión para el propio Kudelka y también para los directivos, quienes a fin de cuenta serán los que deban decidir qué pasara con el Pepe en apenas dos meses.

Como ya es costumbre, sabido es que las novelas que tienen a Sand como protagonista en Lanús nunca tienen un final anunciado ni mucho menos certero. Es el día a día, el minuto a minuto. Todo puede cambiar de la noche a la mañana. En ese contexto, ¿Será cierto que su representante – un viejo conocido de la casa – Juan Cruz Ollier, llamó en las últimas horas al Club con la intención de estirar el contrato por seis meses más? Al margen de tener mayor o menor continuidad, podría ser una opción. De una de las partes, claro.  Otra posibilidad, ¿hipotética?, es que el Negro juegue esos seis más que habría pedido su repre, pero con otra camiseta. Cumpliendo uno de sus grandes anhelos como futbolista: compartiendo una cancha nada menos que con su hermano Darío, arquero hoy en día de San Martín de Tucumán (equipo que pelea por ascender a Primera). ¿Qué tal? La tercera, que el goleador decida colgar los botines ahora mismo, y tenga su despedida, ante su gente y con una Fortaleza colmada, en el último juego que el Granate tendrá en casa en la anteúltima jornada frente a Racing. Tampoco hay que descartar que desde las oficinas del Club tomen la más que difícil determinación de no renovar. Es una posibilidad real.

Pero para cualquiera de estas alternativas, nadie se va a precipitar. Sea lo que tenga que ser, la intención es que las cosas se hagan de común acuerdo y en buenos términos para que no sucedan situaciones que ya pasaron años anteriores. Es un caso más que especial. Se trata de un ídolo con todas las letras, y se lo merece. Se lo tiene más que merecido.