Guillermo Barros Schelotto cerró su ciclo en el Granate con una victoria agónica contra Gimnasia en el Bosque, que le permitió abrochar el pase a la Copa Sudamericana 2016. “Fue una clasificación muy peleada y pareja. La diferencia fue mínima en los dos partidos. Es increíble que esta etapa termine donde me inicié como jugador”, admitió el mellizo, que se despidió con un deseo hecho afirmación: “Es factible que en un tiempo vuelva a estar sentado en el banco de Lanús”.
Guillermo Barros Schelotto coronó su ciclo como técnico de Lanús a lo grande: levantó un equipo que parecía caído después de la penosa eliminación en la Copa Argentina, hilvanó cuatro triunfos consecutivos y así logró la clasificación a la edición 2016 de la Copa Sudamericana, el único trofeo que levantó como entrenador hace dos años. El último par de victorias tuvieron del otro lado a Gimnasia, casualmente el club de los inicios del Melli, que se retiró con sensaciones encontradas del Bosque platense.
-¿Crees que Lanús fue superior en los 180 minutos?
-Fue una clasificación muy peleada y pareja. La diferencia fue mínima en los dos partidos. Acá por momentos dominamos nosotros, como al principio. Después mejoró Gimnasia, más cuando tenían un hombre más. Eso nos llevó a replegarnos un poco y no atacar tanto, pero es parte del fútbol. Sobre el final lo emparejamos con la expulsión de Rinaudo y por suerte acertamos en la última jugada para definirlo.
-¿Cómo sobrellevaste esta serie contra un equipo muy querido para vos?
-No lo viví con tranquilidad porque estaba en juego la clasificación de Lanús. Nos tocó jugar contra un rival duro y en una cancha difícil. Hubiese preferido a Banfield antes que Gimnasia.
“Fue la llave más cerrada de todas. Este segundo partido era para un empate. Incluso Gimnasia dominó más tiempo. Se enfrentaron dos equipos muy parejos y la suerte estuvo de nuestro lado”
-¿Qué te pareció el arbitraje de Delfino?
-Creo que dirigió bien. Los dos fueron penales. En la de Acosta estoy muy lejos, pero creo que también fue.
-¿Cuánto vale esta clasificación después del 2015 que les tocó vivir?
-Muchísimo. Queríamos entrar a la Copa Sudamericana. En este ciclo la hemos disputado siempre y no podíamos permitir que se corte esa racha. Tuvimos un año difícil. Vivimos situaciones incómodas y hasta trágicas. No es fácil convivir con eso para ningún plantel. Al margen, me parece que el equipo y los jugadores siempre dieron todo. Me voy contento porque logramos que Lanús siempre tenga la expectativa de ganar en todas las canchas.
“Es factible que en un tiempo vuelva a estar sentado en el banco de Lanús”
-¿Alguna vez imaginaste que tu último partido iba a ser en esta cancha?
-Es increíble que este ciclo en Lanús termine donde yo me inicié como jugador. Acá empezó todo. Es mi casa y mi gente. Pero uno es profesional y, desde el momento que tomé la decisión de ser entrenador, tenía que dejar de lado estas situaciones ambiguas.
-¿Qué te llevás de este paso por Lanús?
-La gente me despidió muy bien en el último partido de local y también en la semana. Hemos convivido con muchas cosas lindas en estos tres años y medio. Fue una gran experiencia para mí.
La palabra de Guillermo en La Plata
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