En la final de la Liga, Pizarro le ganó la pulseada al América de Goltz y Romero para coronarse campeón de México con Tigres de Monterrey. El ex Lanús anotó su penal en la definición de 3-0. El Chino falló y Paolo se fue expulsado entre lágrimas.
Para Guido Pizarro, esta Navidad tuvo la mejor Nochebuena. El festejo se hizo desear hasta principios del lunes 26, pero el sufrimiento y su tinte épico en los penales lo convierten en más especial todavía.
El volante surgido de Lanús, que también es jugador de Selección Argentina, se coronó campeón de la Liga de México con Tigres de Monterrey, tras derrotar en la final al América de Paolo Goltz y Silvio Romero.
En la ida habían igualado 1-1 y este segundo partido finalizó 0-0. En tiempo suplementario convirtieron las Águilas y recién a un minuto para culminar el alargue lo empató el cuadro de la Universidad Autónoma de Nueva León.
En la serie de penales, Nahuel Guzmán se transformó en héroe al atajar los tres disparos -uno de ellos al Chino Romero y otro a Paulo Da Silva, también ex Granate– y Guido Pizarro anotó el suyo para la consagración de los Tigres.
UN 2016 DE CAMPEÓN. Pizarro (26) tuvo su año soñado y obtuvo su segundo título en el fútbol mexicano. En julio ganó la Copa de Campeones tras vencer 1-0 a Pachuca en la final. De yapa, estuvo en las convocatorias del Patón Bauza en las Eliminatorias Sudamericanas con el seleccionado nacional.
PAOLO, UN MAR DE LÁGRIMAS. Antes del final del primer tiempo extra se produjo una discusión entre el francés André Pierre Gignac y el técnico Ricardo Lavolpe que terminó en tumulto. Como resultado, el árbitro expulsó a tres jugadores, entre ellos a Goltz, que no pudo contener la impotencia y rompió en llanto. La decisión fue una injusticia total, ya que el defensor siempre se mantuvo al margen del forcejeo y los entredichos.
El video con la palabra de Pizarro en la consagración de Tigres
