El eterno ídolo de Lanús Gilmar Villagrán habló en Lanús 2000 (AM 1320) y agradeció por todo el cariño que recibió en su visita a La Fortaleza. “Todavía no caigo de mi alegría y de ver a tanta gente de Lanús que tantas tardes me hicieron emocionar gritando ‘Uruguayo, uruguayo’. Fue único y va a ser irrepetible”, reconoció el goleador, que agregó: “No sabía cómo lo iba a tomar la gente mi vuelta al club, por eso no me había decidido antes”.

• POR SIEMPRE EN EL CORAZÓN DE TODOS LOS GRANATES.

“Siempre estuvo el reconocimiento de la gente. Eso no se discute. Todavía no caigo de mi alegría y de ver a tanta gente de Lanús que tantas tardes me hicieron emocionar gritando ‘Uruguayo, uruguayo’. El sábado viví un día especial. Sabía que iba a haber mucha gente, pero no así como pasó. Fue único y va a ser irrepetible”.

• LA PEQUEÑA VILLAGRÁN, UNA GRANATE DESDE LA CUNA.

“Faltaron mis hijos de Uruguay, pero estaba Guadalupe (su hija) y la mamá en la platea. Lo que más me asombra y no deja de emocionarme es que antes de entrar a la cancha, Guadalupe me diga ‘Papá, yo no voy a tener vergüenza porque soy hincha de Lanús’. Fue emocionante ver a mi hija tirar besos a la tribuna, aplaudir y alentar, además es socia de Lanús desde que nació, y con el agregado de ver a toda la gente gritando mi nombre. Es algo que no me voy a olvidar nunca”.

• LA VISITA AL MUSEO Y UN ENCUENTRO ESPECIAL.

“Firmé la gigantografía en el Museo y, después, estuve en el stand con el Tanque Rojas, el último sobreviviente de “Los Globetrotters”. Con 80 años, está impecable. Hablé con él y compartimos algunas fotos. Es otro de los ídolos de Lanús”.

• CERRÓ UN CICLO.

“Después de que me fui de Lanús le bajé la persiana a todo lo relacionado al fútbol. Ahora, estoy trabajando en una empresa de seguridad en Colonia. Mi partida del club me tomó por sorpresa porque hacía siete años que estaba trabajando allí. Son cosas que pasan. No sabía cómo lo iba a tomar la gente mi vuelta al club, por eso no me había decidido a ir antes”.

• UN GRAN RECUERDO EN EL CLUB…

“El momento más lindo en Lanús fueron los dos ascensos. Pero el primero fue especial porque después de tanto tiempo y tantas frustraciones, volver a Primera fue maravilloso. Aunque después nos tocó descender. Pero era algo que estaba en los planes. No tuvimos tiempo para reforzarnos. Recién en la segunda rueda pudimos hacerlo y peleamos la permanencia hasta el último partido”.

• UN GOL INOLVIDABLE…

“El gol que siempre recuerdo es el del 5-4 a Banfield. Hice muchos goles lindos en Lanús, pero ese fue el mejor. Además de la victoria, ese día también convertí tres goles”.

• UN PLANTEO AMARRETE POR PARTE DE BANFIELD.

“Sabía que Banfield iba a venir a no ganar, a hacer su juego. Es algo que no tiene explicación ya que con un hombre de más no supo qué hacer con la pelota. Se la pasaban en el mediocampo y solamente Simeone inquietó un poco con algunas chances que tuvo. Fue un Banfield totalmente frío y sin alma”.

• SU ANÁLISIS DE LA VICTORIA EN EL CLÁSICO.

“Si bien la expulsión condicionó mucho a Lanús, no tuvo muchas posibilidades. No tengo dudas que si Sand convertía el penal, el partido terminaba en goleada. Pensé que Almirón lo iba a poner a Pelletieri en lugar de Mouche para no desarmar el mediocampo, pero retrasó un poco al Laucha y a Mouche y acomodó el equipo rápido. Es un técnico muy capaz, que sabe lo que quiere y nunca se resignó a atacar. En el segundo tiempo, acertó con los cambios. Entró Ayala que metió ese zapatazo con la pegada mágica que tiene. Y, sobre el final, Miguel Almirón me dio la razón cuando dije que tenía que ser titular cuando no estaba jugando. Lanús se llevó tres puntos más que merecidos”.

Por Carlos González.
Fotos: Rodrigo Salguero.