Despedida. Goncebate pidió justicia por la muerte del Zurdo. |
Ésa es la sospecha de Diego Goncebate, líder de la barrabrava del Grana, quien fue el único que aceptó el diálogo con los medios mientras velaban los restos de Javier Martín Gerez en el Club Lanús – Podestá. Más conocido como Fanfi, el jefe de La 14 pidió justicia para que el caso se esclarezca. “Lo que más me indigna es que el domingo es el Día del Padre y ese policía le sacó el papá a una criatura de diez años. ¿Con qué razón? Me gustaría verlo cara a cara y preguntarle por qué lo hizo”, tiró. A su vez, sobre el final también participó Gastón Malaquía, alias Tonga, quien trascendió que había sido apuñalado y que estaba gravemente herido, algo que nunca sucedió. Cerca de 500 personas se acercaron para despedir y acompañar a la familia del Zurdo, quien pertenecía a la Subcomisión del Hincha y fue brutalmente asesinado en La Plata por un integrante de la Policía Bonaerense, que con un disparo de bala de goma le provocó una “herida penetrante de tórax” a 30 centímetros de distancia, según confirmó la autopsia de la causa que lleva adelante la fiscal Ana Medina. Entre los tres policías desafectados aparecen dos Capitanes, Roberto Lescano (acusado de ser el autor material del disparo) y Víctor Bacuco, además de Jorge López (Teniente Primero). Fortaleza Granate estuvo presente en la despedida del socio 8.643 de Lanús y a continuación te acerca el testimonio de Goncebate.
QUIÉN ERA EL “ZURDO”
CÓMO FUE LA LLEGADA A LA CANCHA
“Llegamos con seis micros y el traslado fue el de siempre. Nos prometieron un ‘cacheo’ que se hace en todas las canchas, pero no lo hicieron. Como referente de la barra, la gente que está conmigo hicimos pasar al resto de los hinchas con total normalidad. Pero a unos 20 nos dejaron afuera, entre los que estaba yo. Y enseguida nos empezaron a reprimir de forma violenta. Ahí se desvirtuó todo. Los policías bonaerenses pasaban con sus caballos por encima de la gente, muchos de ellos con criaturas, y a la vez tiraban gas lacrimógeno. Después pasó lo que ya saben todos con nuestro amigo”.
DESCRIPCIÓN DEL INGRESO AL ÚNICO DE LA PLATA
“El recorrido más sencillo sería tomar la Autopista Buenos Aires – La Plata, bajar antes de llegar a la ciudad y entrar por atrás para salir directamente al sector visitante del estadio Único. Pero a nosotros nos llevaron hasta Hudson, luego nos bajaron en Los Patos, nos hicieron pasar por la Ruta 36 y después por el Menchón Romero. No tenía sentido dar tantas vueltas… La entrada tiene un portón con un vallado y él lo matan adentro del estadio. En esa cancha no tenés que subir, sino bajar los 100 metros que te separan de la tribuna. Le dispararon casi al borde del primer escalón”.
EL MOMENTO DE LA SENTENCIA
“En el ingreso del estadio Único hay unas 15 cuadras para llegar hasta arriba de todo. Por lo que me comentaron mis compañeros, Gerez vio que le estaban pegando a algunos de nosotros y ahí reaccionó de forma lógica. Eran 100 policías contra 15 hinchas: hubiese sido más fácil que nos obliguen a subir a un camión y nos lleven presos antes que pegarnos de esa manera. Él se agita y levanta las manos queriendo frenar la situación. Sin embargo no tienen piedad y le disparan desde 60 centímetros. Y cuando cae al piso lo rematan. Después la misma policía me deja entrar para que calme todo. Cuando llego al lugar lo encuentro tirado en el piso, inmóvil y sin poder reanimarlo…”.
EXCESO EN LA REPRESIÓN POLICIAL
“Tengo la suerte de estar hace muchos años al frente de la barra de Lanús. Sé que quizás mañana me pueden defenestrar o hablar un millón de cosas de mí por salir a dar la cara, pero realmente no entiendo por qué nos reprimieron así. No tuvimos ningún hecho de violencia previo. Yo percibía algo raro por la manera en que me hablaron y me pegaron”.
LO QUE PASÓ Y SE DIJO DESPUÉS
“Sinceramente, todos los que llegamos después lo vimos muerto. Y para completar esa escena, luego la policía arrojó gas pimienta para asfixiarlo y dejarlo sin reacción. Hacer eso con una persona que está con una herida de bala de goma es como sentenciarlo, ‘que se muera de una vez por todas’. Lo primero que habló el jefe del operativo es que le dieron un puntazo, que fue por una interna de la barra, que ésto y que lo otro… También es mentira que quisimos ingresar sin entradas. Lamentablemente se hablaron un montón de cosas que no eran así. Hemos tenido nuestros problemas y divisiones a nivel barrabrava, pero siempre pusimos la cara y lo sucionamos. El que esté libre de pecado, que tire la piedra”.
¿TRAGEDIA O PREMEDITADO?
“Estamos viviendo un hecho lamentable. Creemos que lo que sucedió con él también nos pudo haber pasado a nosotros o a cualquier equipo que le hubiese tocado jugar ese día en La Plata. Por lo que uno percibe por los años que tiene en el fútbol, si no jugaba Lanús y le tocaba a Claypole o Sacachispas, daba la sensación que iba a haber un muerto igualmente”.
“Nos ofrecimos a ayudar a los abogados de la familia y el presidente del club (Alejandro Marón) para que la muerte del Zurdo se esclarezca. Estamos todos reunidos porque queremos justicia. Mucha gente va a la cancha y me pudo haber tocado a mí como a cualquiera de nosotros. Lo que más me indigna es que el domingo es el Día del Padre y ese policía le sacó el papá a una criatura de diez años. ¿Con qué razón? Me gustaría verlo cara a cara y preguntarle por qué lo hizo”.
GASTÓN “TONGA” MALAQUÍA, OTRO PROTAGONISTA
“La Policía actuó de mala manera, nosotros fuimos a la cancha a ver un partido de fútbol. Yo llevo siempre a mis hijas, de hecho ayer (por el lunes) estaba con ellas. ¿Las puedo seguir llevando en estas condiciones? Creo que no. Encima quedó mi familia sola porque yo estaba detenido después del incidente. En los medios se dijo que estaba herido o apuñalado, acá me ven entero. Sólo me lastimaron un poco la cara, pero nada más que eso”.
DESPEDIDA A TODO TRAPO
Cerca de 500 personas se acercaron al Club Lanús – Podestá, sito en la calle Vélez Sarsfield 1380, para velar los restos de Javier Gerez. El espectro abarcó a socios y simpatizantes, integrantes de distintas peñas y de la Subcomisión del Hincha, compañeros del Sindicato de Camioneros y un grupo numeroso de directivos, entre los que se encontraban Alejandro Marón (presidente) y varios miembros de la Comisión de Fútbol, como Alberto Monje, Daniel Vidal, Daniel Fux, Carlos Barbagallo y Luis Chebel. A ellos se les sumó Darío Díaz Pérez, intendente del municipio de Lanús, quien arribó a las 19.10 y permaneció durante alrededor de media hora. Asimismo, el máximo mandatario granate se retiró minutos antes de las 21 sin realizar declaraciones. Fue una noche especial, con un clima entristecido y nostálgico, dedicada exclusivamente a la memoria del Zurdo, otra víctima de la violencia en una cancha de fútbol. A modo de recuerdo, sus amigos y familiares desplegaron decenas de banderas, tal como lo solía hacer él cada vez que jugaba Lanús.
Por Bruno Russo