El equipo de Kudelka ganaba bien en la Bombonera con gol del Loco Díaz, pero el Xeneize logró la igualdad sobre el cierre del encuentro con el gol de Benedetto. El VAR jugó un partido aparte.

La parada siempre brava de jugar contra un grande, y como visitante. No quedan dudas que Lanús estuvo a la altura, a pesar de todo y de todos. Jugó un buen primer tiempo, en donde hizo quizás el mayor desgaste y tuvo su premio final en el último minuto. Pero en el complemento, retrocedió. No sufrió, es cierto. Tenía todo controlado. Hasta que algo falló, en todo sentido. Y Boca, es Boca. No perdonó. Y el empate terminó dejando un sabor amargo. El Grana dejó pasar una buena oportunidad para pelear, o al menos insinuar, el campeonato. El punto, por cómo se dieron las cosas, no suma.

Con un Esquivel con mucha participación, un Loaiza clave en la presión, un Belmonte patrón del medio y con buenas intervenciones de Felipe y Sánchez Miño, Lanús salió a jugarle de igual a igual al Xeneize en la Bombonera. Atacó bien arriba a la salida del rival, y fue agresivo a la hora de atacar, aunque no claro. En el último tramo, les costó a los delanteros para llegar con mayor nitidez contra Javier Garcia. La más clarita, estuvo en los pies de Belmonte, con un remate de media distancia. El local, más desprolijo, también generó. Ramírez, la mejorcita, de cabeza (buena respuesta de Acosta). Hasta que, en el último ataque, llegó la apertura del marcador. Centro preciso de Sánchez Miño y anticipo de cabeza del Tucu Díaz para poner el 1 a 0 y cerrar la primera etapa de la mejor manera.

En el complemento, con el resultado a favor, el equipo de Kudelka sacó el pie del acelerador en ofensiva, valoró el orden en campo propio y a cualquier tipo de contra para lastimar. Boca no encontraba herramientas para complicar a Lucas Acosta, quien siempre mostró seguridad cuando le tocó intervenir. Por su lado, el Grana contó con algunas chances para ampliar el marcador, sobre todo por medio de Díaz (de chilena) y de Lema, de cabeza. Sobre el cierre del juego, el equipo de Almirón llegó a la igualdad por medio de un pase de Varela a espaldas de Sánchez Miño, que luego Fernández terminaría dándole el pase a Benedetto para el 1 a 1 definitivo. Lo que pasó con el VAR, lo dejaremos para otro informe, aunque no está de más decir que fue lamentable, claro.