¡RESISTIRÉ!

Lanús tuvo que sufrir hasta el último minuto para luego poder festejar. Es que la pasó feo en su partido de Vuelta ante Sporting Cristal. Arrancó perdiendo de entrada y eso lo condicionó a más no poder. Recién pasada la primera mitad de juego, consiguió serenarse y emparejar la historia. Y en el segundo tiempo, palo a palo, la moneda terminó cayendo para el lado Granate que lo logró empatar cerca del final, pero luego otra vez cayó en desventaja para abrir un mar de dudas hasta que el árbitro pitó el final en Perú. Fue 2 a 1 entonces, y teniendo en cuenta el 4 a 2 en la Fortaleza, pasaje directo a la Segunda Fase de la Sudamericana. Una alegría necesitada para Carboni y compañía, que lo celebraron de lo lindo.

¿Por qué se complicó tanto? Lanús, con dos goles de ventaja, sabía que Sporting iba a salir a buscar el descuento rápidamente. Y en ese contexto, cometer un penal tan infantil como el que hizo Marcelino Moreno cuando apenas iban 6 minutos es inaceptable. Emanuel Herrera no dudó, y ya puso en partido al conjunto local de entrada con una definición al palo derecho que por poco no desvió Andrada. A partir de allí, el Grana no pudo disimular sus nervios y por poco termina pagando caros sus reiterados fallos de mitad de cancha hacia atrás. Marcone, Román Martínez, Carrasco, fueron algunos de los protagonistas principales en ese sentido. Pero la tormenta pasó, y luego de los 30 de esa primera parte el conjunto de Carboni hizo pie en Perú. Tuvo algunas aproximaciones, entre las cuales se destacó la del juvenil Belmonete. Caño y remate potente que el arquero Álvarez logró interceptar cuando tenía destino de gol.

En el complemento, los locales comenzaron a desesperarse en la búsqueda del tanto que a esa altura les brindaría la clasificación. De hecho, contaron con tres llegadas claras que no pudieron concretar. Pero también así, Lanús encontró espacios y de contra también pudo haberlo liquidado con alguna chance de Di Renzo o de Bruno Vides. El ingreso de Acosta cerca del cierre le dio tranquilidad, pero mucho más el tremendo cabezazo de Rolando García Guerreño para a los 40 poner el 1 a 1 que prácticamente definía la serie. Pero si no sufre, Lanús no es Lanús. Con seis minutos de adición en juego, a los 47 Calcaterra logró el descuento (en otro error no forzado en la salida Granate) que encendió la luz de alerta. Sin embargo, Sporting no tuvo chance alguna siquiera  de incomodar a Andrada en los instantes que quedaban. Y el Grana obtuvo lo que fue a buscar: seguir en la Copa.

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