¿QUÉ TE PASA, POCHI?

SIN MINUTOS. El 10 no se puede recuperar de una lesión.

La situación de Cristian Chávez no deja de preocupar tanto al cuerpo técnico como al propio jugador, de casi nada de rodaje en lo que va del semestre. Con apenas 6 partidos jugados en lo que va del campeonato de los cuales no pudo completar ninguno, el enlace no da en la tecla para poder recuperarse de una eterna contractura en el gemelo izquierdo. “Me siento mejor, pero todavía no sé cuando voy a poder volver. Necesito poder estar jugando y poder ayudar al equipo. Pero el fútbol tiene estas cosas, estas lesiones… Son increíbles las ganas que tengo de jugar”, contó el volante de 27 años en el Show de Lanús. Y agregó: “No es un desgarro, tengo el gemelo izquierdo cargado, una contractura muy fuerte. Y cuando corro de manera más intensa se me vuelve a cargar. Estamos trabajando despacio, para no correr riesgos y volver a lesionarme por 20 días otra vez. Los médicos me dan tranquilidad, pero el jugador tiene esa inquietud de querer estar listo para jugar”.




Los 220 minutos disputados en lo que van del semestre no suman. Todo lo contrario. Para el número 10 del equipo, terminan restando. Apenas 6 partidos jugados en la temporada 2013/2014, y encima ninguno de ellos completo, demuestran que algo no está funcionando como debiera. Si a eso le agregamos que por ejemplo, no marcó goles, o que incluso en una oportunidad ingresó desde el banco de suplentes y a los siete minutos tuvo que ser reemplazado, pintan un panorama cada vez más complicado (con Olimpo jugó 7 minutos y tuvo que salir por una contractura). ¿Cuándo fue su última aparición? En la derrota con Central 2 a 1. Sin pena ni gloria, nuevamente. Cosas del fútbol; Siendo titular, a los 24 de la primera parte tuvo que dejar su lugar por la expulsión de Marchesín. Sí, encima no pega una. Por eso, y muchas cosas más, el presente de Cristian Chávez mantiene encendida una alerta interna en el cuerpo técnico de Lanús por la poca continuidad que tiene y las diversas lesiones que arrastra una y otra vez. A tal punto que, según contaron puertas adentro, la idea es realizarle todo tipo de estudios para tratar de dar en el punto justo, cosa que por ahora no sucede. Con los motivos explicados anteriormente, no es para menos… Tras un primer semestre – irregular – con la camiseta del Granate, se apostó mucho por poder conseguir que el ex Boca aparezca en su máximo resplandor. Sabido es que por características, Lanús no tiene un jugador como Chávez. Un enganche clásico, un volante ofensivo. Por eso, se le exigió durante la pretemporada con el propósito de que llegue “diez puntos” y pueda demostrar porqué fueron a buscarlo a principios de año. Sin embargo, el Pochi no aguantó el ritmo de los demás y una semana antes del comienzo del campeonato se desgarró en un amistoso en la Fortaleza. Desde ahí en adelante, la historia es conocida. 

Lo cierto es que luego de varias semanas, el futbolista rompió el silencio. Salió del vestuario como todos los días, saludó a los periodistas que días atrás les había avisado que no quería dar declaraciones y emprendió la caminata rumbo a su vehículo. Antes de retirarse, accedió y finalmente explicó su situación. Cabizbajo, manifestó: Acá ando, recuperándome. Me siento mejor, pero todavía no sé cuando voy a poder volver. Necesito poder estar jugando y poder ayudar al equipo. Pero el fútbol tiene estas cosas, estas lesiones… Son increíbles las ganas que tengo de jugar. Tengo que aceptar las cosas como son porque si bajo los brazos el que pierde soy yo. Tengo que seguir, darle para adelante y poder estar lo antes posible para poder jugar”, contó en dialogo con El Show de Lanús (AM1570). Triste, bajoneado y hasta a punto de quebrarse, el Pochi continuó: “Es muy difícil ver los partidos desde afuera. Uno quiere llegar a la cancha con sus compañeros y hacer un buen partido. Yo veo que ellos se matan por conseguir buenos resultados… Y la verdad estoy cansado de correr, correr y solamente correr. O entrenarme y cuando parece que ya pasó me aparece otra lesión. Pero bueno, tengo mala suerte. Nunca me había pasado esto. Pero es como dije antes, si bajo los brazos es peor para mí. Tengo que seguir dándole duro”.

Para culminar, el volante sentenció sobre lo que viene y sus ganas de poder recuperarse por completo de la lesión que no puede superar por el momento: “No es un desgarro, tengo el gemelo izquierdo cargado, una contractura muy fuerte. Y cuando corro de manera más intensa se me vuelve a cargar. Estamos trabajando despacio, para no correr riesgos y volver a lesionarme por 20 días otra vez. Los médicos me dan tranquilidad, pero el jugador tiene esa inquietud de querer estar listo para jugar. Ayer llegué a la cancha a las 5 de la tarde, y había un clima espectacular. La verdad, me moría de ganas de poder estar, pero la realidad es que desde afuera no puedo hacer nada. Les agradezco a mis compañeros que me apoyan constantemente. Hay que seguir esperando”. De 25 partidos que jugó en Lanús, solo anotó un tanto y completó 6. Está claro que todavía está en deuda. Tanto él como el cuerpo técnico mantienen la esperanza de que puede revertirlo lo antes posible.



Por Nicolás Gómez Cortés (@Ngomezcortes)

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