“Jugadores como él tienen un plus cuando se ponen la camiseta de Lanús. Fue campeón acá y recibe constantemente el cariño de la gente”. La palabra de Guillermo Barros Schelotto durante la pretemporada anticipaba lo que podía suceder. Luego de cinco años fuera del club donde no pudo consagrarse ni en España ni durante su paso por Boca, Lautaro Acosta pegó la vuelta tan deseada. Y si bien dicen que las segundas partes nunca tienen éxito, el delantero de 25 años oriundo de Glew demostró en poco tiempo que eso es puro mito. A lo largo de las primeras ocho fechas del campeonato como también en sus presentaciones por la Copa, el Laucha fue clave. Volvió a ése rendimiento que lo caracterizó allá por el 2007 y el 2008, y además le agregó una cuota goleadora más que interesante: 4 gritos en 11 encuentros. Por esas razones, era lógico que a pesar de la gran cantidad de minutos que acumulaba no quiera perderse nada de lo que Lanús jugase. Y así fue. Luego de una semana con algunas dolencias físicas, los Mellizos decidieron mandarlo al banco de suplentes para cuidarlo un poco. Sin embargo, la historia con Quilmes se complicó y a los 12 del segundo tiempo le tocó entrar por Melano. ¿Conclusión? A los 43, es decir 31 minutos más tarde, se fue del campo de juego reemplazado por Nico Pasquini con gestos en su rostro que lo decían todo y una frase preocupante: “Me tiró”. El panorama no era alentador, pero había esperanza que no sea lo que se suponía que era. Pero claro, los estudios fueron determinantes. “La noticia de la lesión es un desgarro. Y la verdad que tengo mucha bronca. Es una zona rara, no es ni el aductor ni el posterior. Es justo en la inserción de la pierna izquierda”, comentó el Laucha en diálogo con la prensa mientras sus compañeros se subían al micro que los llevaría a concentrar previo al viaje a Santiago para enfrentar a la U de Chile.