Así lo siente Paolo Goltz, el capitán y goleador del equipo que levantó la Copa Sudamericana en 2013. “El día que vuelva al país, van a tener la prioridad Huracán y Lanús. Ojalá que pueda jugar en los dos, sería mi sueño”, afirmó en una extensa nota con Sentimiento Granate (FM 89.7), donde también recordó su gol en el Pacaembú frente a Ponte Preta en la final, detalló su actualidad en México y contó cómo sigue al Grana a la distancia.

Por Cristian Tavoliere. Paolo Goltz dejó una marca imborrable en el corazón de los hinchas de Lanús. Por su temperamento, personalidad, liderazgo y el nivel de selección que ayudó al equipo de los mellizos en la Copa Sudamericana 2013, el último título del Granate. Es lógico que se lo extrañe, claro. El defensor, que formó una estupenda dupla central con Izquierdoz, jugó 127 partidos y convirtió siete goles en la entidad del Sur, de la cual se despidió a mediados de 2014. Ahora es jugador del América, el club más popular de México. Pero aún así confiesa: “Extraño a Lanús”.

“Lo sigo todo lo que puedo y hablo seguido con los ex compañeros. Sé que Fritzler volvió en un buen nivel y lo de Leto, que es algo muy feo. Viví cuatro años inolvidables en el club y hay muchas amistades que no se van a cortar nunca”, soltó Paolo en diálogo con Sentimiento Granate (FM Espacio 89.7), muy atento al presente del team de los Barros Schelotto. Y también se animó a explicar su salida: “Yo quería jugar la Suruga, pero contractualmente era imposible. América quería contratarme en ese momento y no quedó otra”. Clarito.

El golazo que marcó de tiro libre en la final de ida de la Sudamericana, en el histórico Pacaembú, sirvió para poner el 1 a 0 ante Ponte Preta y fue vital para la obtención del título. “Sabía dónde iba a patear, no me olvido más. Pienso todos los días en eso porque fue un gol muy importante. Me había sacado una espina ya que venía pateando y lo hacía muy bien. Estaba con mucha confianza y mis compañeros tambien me tenian fe. Sólo esperaba ese momento y por suerte llegó”, recordó Goltz con nostalgia.

En otro orden, el ex mariscal granate se refirió a su actualidad en el fútbol mexicano. “América es un club grande y por suerte me adapté rápido. Me ayudó mucho que haya jugadores sudamericanos y que el técnico sea Mohamed cuando llegué. Voy de menor a mayor”, describió. Y al mismo tiempo elogió: “El jugador mexicano no tiene la presión del argentino. Los de abajo juegan como los que están arriba, es admirable”.

Para el final de su carrera, Goltz desea regresar a la tierra que lo vio nacer y ya sabe dónde le gustaría jugar. “El día que vuelva van a tener la prioridad Huracán y Lanús. Ojalá que pueda jugar en los dos, sería mi sueño. Hace poco tiempo que estoy acá pero no puedo negar que extraño Argentina y a Lanús. Todavía tengo contrato por algunos años más, pero veremos cuánto aguantaré”, sentenció Paolo.