Frente a Gimnasia, Melano confirmó el buen momento futbolístico que está atravesando. Esta vez no le tocó anotar, pero a base de sacrificio y entrega recibió el cariño del público. Otros de los que estuvo bajo la lupa de Fortaleza Granate fue Pasquini, que debutó como titular en este torneo por la lesión de Maxi Velázquez. La cinta de capitán tuvo como dueño a Araujo, quien le ganó la pulseada a un ídolo como Fritzler y cumplió.

Por Carlos González. Era un interrogante saber si Lucas Melano seguiría o no con la racha goleadora después de los cuatro tantos marcados en Mendoza. Aunque esta vez no le tocó marcar, la gente que se presentó en Arias y Guidi lo ovacionó toda la noche ante cada intervención, incluso a la par de ídolos como Lautaro Acosta y Matías Fritzler. El delantero cordobés fue el hombre de referencia en cada ataque granate. Se movió permanentemente e intercambió posiciones con el Laucha para confundir a los defensores rivales. Tal es el respeto que se ganó por parte de los contrarios que, cada vez que agarraba la pelota, tenía dos hombres pegados a él. Corrió, luchó, metió y hasta defendió. Lo único que le faltó fue el gol para coronar otro partido de alto vuelo.

Por su parte, Nicolás Pasquini ocupó un lugar en el once inicial por primera vez en el campeonato, nada menos que en reemplazo del capitán Maxi Velázquez, quien se lesionó frente a Godoy Cruz. El cordobés tuvo un partido muy correcto, tanto en defensa como en ataque. En el comienzo se mostró un poco desconcentrado en la tarea defensiva, ya que las dos más claras del Lobo llegaron por su sector. Pero con el correr de los minutos se fue consolidando. Siempre se mostró como una opción para la salida y tal fue así que la mayoría de los ataques de Lanús se elaboraron por su punta. Casi convierte un golazo de tiro libre gracias a su gran pegada, pero Nicolás Navarro le ahogó el grito.

En otro orden, fue una gran sorpresa ver a Carlos Araujo con la cinta de capitán y no al Polaco Fritzler, como se venía especulando durante la semana. El Pipi cumplió un partido prolijo y sin sobresaltos, no más que eso. No le sobró ni le faltó nada. En el aspecto defensivo, estuvo correcto en la marca y casi no sufrió del ataque tripero, salvo un par de centros de Licht en el inicio. En cuanto al ataque, no pasó tanto como sí lo hizo Pasquini por la otra punta. Tampoco pudo conectarse tanto con Acosta, Junior Benítez o Ayala para crear situaciones. En conclusión, no desentonó, pero tampoco brilló.