"ESTE CUENTO SE ACABÓ"

IMPERDIBLE. Macchiavello, una opinión más que respetable.
A continuación, Martín Macchiavello nos acerca un DE FRENTE imperdible. Fiel a su estilo, nuestro colega y periodista del Diario Olé, expresa en algunas líneas el sentimiento de más de un hincha de Lanús que piensa que luego de la derrota en San Juan el campeonato quedó en el olvido. “Con este raro Regueiro, un Romero que pierde pelotas arriba para temblar abajo, y un Pereyra Díaz de incógnito, así la sequía se nota mucho más. Y salir a decir que, con uno menos, nos encajaron el tercero porque estábamos jugados en ataque, es seguir haciendo responsable a un arquero. Sea cual sea. Lo de Marche no fue un blooper. Fue una realidad. El fin del semestre”, relata uno de los párrafos haciendo alusión al flojo rendimiento del equipo en líneas generales, una de las principales causas de un final que está a la vuelta de la esquina y que no es cómo se esperaba. Ingresá, mirá la nota completa y dejanos tu opinión. No te la pierdas. 



Este cuento se acabó


Salió Marchesín en la foto. Quedó pegado. Como Faccioli, aquella vez contra Vélez. Como tantos otros… En fin. Hasta los mejores pueden fallar. Encima, Ardente lo expuso más. Sin chapa, le tapó el triunfo a Romero, el empate a Díaz y a Ayala; el descuento a Barrientos… Si además sumás la de Izquierdoz en el travesaño, incluso te podés mentir un rato y creer en eso de ‘el mundo contra mí’. Pero no. El desguace de puntos venía de arrastre. Y lo peor se veía venir. Sin juego, pateando el tablero cada fin de semana. De inmortales a ‘si no la empata, la gana’. A la nada. Mi vieja mula ya no es lo que era. Ahora, esta versión de Lanús también pierde. Y lo pierde todo. Bingo.


A los 22’, frente a otro equipo en zona de descenso, hacíamos agua. Podía ser para 0-3. Y fue 1-1 porque un pibe del club, de 21 años y más partidos en el Villarreal B que en Primera, metía la mano en el pozo ciego y sacaba un empate de la galera. Y de un modo particular: llevábamos 686’ sin que un volante la metiera. Y con este raro Regueiro, un Romero que pierde pelotas arriba para temblar abajo, y un Pereyra Díaz de incógnito, así la sequía se nota mucho más. Y salir a decir que, con uno menos, nos encajaron el tercero porque estábamos jugados en ataque, es seguir haciendo responsable a un arquero. Sea cual sea. Lo de Marche no fue un blooper. Fue una realidad. El fin del semestre. Este cuento se acabó. ¿O acaso existe un grupo de tipos que nos enorgullecieron que tiene otra cosa que ofrecerle a toda una ciudad, al club de barrio más grande del mundo? No se trata de poner huevos. Se trata de volver a la esencia. Al menos, de volver a jugar a la pelota. Tan simple, tan complejo como eso…

Por Martín Macchiavello

@macchiatw

mmacchiavello@ole.com.ar

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