Con goles de Yonathan Cabral y Franco Orozco, el equipo de Kudelka quebró la racha negativa y sumó tres puntos de oro. Chávez, descontó sobre el cierre para el Taladro en un final para el infarto.

Primero hay que saber sufrir. Y Lanús, de eso sabe. Mucho, últimamente. Pero esta vez, fue con final feliz. Porque lo mereció, lo peleó y festejó. El equipo de Kudelka se impuso por 2 a 1 en el Florencio Sola y así quebró varias rachas negativas. Ahora, será el momento de sostenerlo y poder empezar a salir del pozo. Sin dudas, que tres puntos de oro para el Granate.
En el primer tiempo, el partido fue parejo hasta los primeros 15 o 20 minutos, en los cuales Lanús entendió de qué manera debía jugarle al Taladro. Mantuvo la presión en campo rival, anuló el juego colectivo de Banfield, y de a poco se animó. Tuvo muchísimas pelotas paradas en las cuales estuvo siempre cerca de convertir. Troyansky falló la primera de manera increíble. Luego, Belmonte. Hasta que la tercera fue la vencida. Gran tiro de esquina de Boggio para la aparición goleadora de Yonathan Cabral, que de cabeza enmudeció al Florencio Sola. Sí, en la última de la primera etapa.

En el complemento, con el correr de los minutos, Banfield dejó espacios y Lanús sentía que en cualquier momento podía liquidarlo. Belmonte tuvo una clarísima que no pudo definir de la mejor manera. Luego, Blando, mano a mano falló. Hasta que a los 40, una mala salida del local, que ya jugaba con uno menos por la expulsión de Quiroz, para que Orozco le rompa el arco a Cambeses y estampe el 2 a 0. La historia parecía cerrarse, pero el local encontró el descuento rápidamente con Chávez y creo un suspenso eterno. Que incluso tuvo dos atajadas fundamentales de Monetti para mantener el triunfo.