Gustavo Barros Schelotto, hermano y ayudante de campo de Guillermo, comunicó que no seguirán al frente del Granate después de la Liguilla Pre-Sudamericana y agradeció a «toda la gente que forma Lanús». También explicó el motivo de la salida del cuerpo técnico y dejó abierta la puerta para una segunda etapa: «Ojalá en el futuro nos podamos volver a encontrar entre todos».

Fue un adiós anunciado y doloroso, sin dudas. Contra todos los pronósticos, Guillermo aprovechó el final de su conferencia de prensa para anunciar que no continuará como técnico de Lanús después de la participación en la Liguilla Pre-Sudamericana. Y unos minutos después lo ratificó su mano derecha y ayudante de campo. «Tuvimos una charla en la semana con los dirigentes y entre todos resolvimos que lo mejor era no renovar el vínculo una vez que finalice», empezó el mellizo Gustavo Barros Schelotto, inalterable pese a la noticia menos deseada.

«Hemos pasado tres años y medio con un trato excepcional de la gente. Tuvimos una entrega absoluta de los jugadores, nos acompañaron los dirigentes y los empleados del club estuvieron a disposición nuestra desde el primer día. Se terminó una etapa donde no tenemos nada que recriminarle a nadie. Lo único que podemos hacer es agracerle a todos», retribuyó el ex colaborador de Gregorio Pérez como ofrenda al afecto recibido.

Ramón Cabrero, un nexo necesario

«Nos apoyó en todo momento con la mejor voluntad y su experiencia como entrenador, no sólo en Primera División sino también en Inferiores y la conexión con juveniles. Todas las semanas venía al vestuario y aportaba toda su capacidad».

No hay rencor, sí agradecimiento

«No estábamos analizando seguir ni tampoco queremos profundizar demasiado sobre cosas que no van a aportar nada positivo. Preferimos despedirnos de la mejor forma y agradecerle a todos, principalmente al hincha porque nosotros llegamos sin ningún vínculo previo a Lanús y desde un principio nos hicieron sentir de la casa. El cariño que nos han dado en este tiempo lo vamos a llevar por siempre con nosotros».

Lanús, un club modelo para Gustavo: «No es fácil cumplir los contratos. Pero hay que estar preparados. Muchas veces le echamos la culpa a los resultados y creo que en muchos clubes también depende de otras circunstancias».

Balance positivo

«Crecimos muchísimo trabajando juntos con Guillermo. Fue una experiencia muy valedera y más teniendo en cuenta que el club nos dio la posibilidad cuando nadie nos conocía. El equipo fue respondiendo, incluso en este último año que pasamos hechos muy traumáticos como el de Diego (Barisone). Fue muy difícil convivir con eso en todos los días posteriores. Lo cierto es que nos vamos muy contentos con esta etapa, que esperemos se pueda volver a dar en algún momento. Aunque se diga que las segundas partes nunca son buenas, ja».

La puerta queda abierta…

«Es lógico que genere tristeza. Vinimos casi todos los días al club hace tres años y medio. Y no fue sólo por trabajo, sino que además nos sentíamos cómodos y notábamos ese feed-back con los empleados y la gente. Pero también entendemos que en el fútbol hay etapas. Ojalá en el futuro nos podamos volver a encontrar entre todos».

Gustavo añora la mejor despedida: «Lo más importante es que Lanús clasifique a la Sudamericana y que pueda estar el año que viene en otro torneo internacional».

El final es en donde partí

«El destino nos pone a enfrentarnos contra Gimnasia. Ojalá se puedan desarrollar dos partidos lindos e interesantes y que Lanús pueda clasificar a la Sudamericana».

La nota con Gustavo Barros Schelotto (Diario del Grana)