Prueba superada. Lanús pasó a la final de la Copa.

El equipo de los Mellizos se metió en la historia grande del club al ganarle a Libertad por 2 a 1 en la Fortaleza y conseguir el pasaje a la Final de una competencia internacional luego de 16 años. En un marco importante en cuanto a la concurrencia, Lanús supo mantener la buena diferencia que había obtenido en Paraguay, y si bien no brilló, pudo imponerse en un global de 4 a 2 a favor para dentro de una semana enfrentar al Ponte Preta de Brasil para ver quien es el mejor de la Copa Sudamericana. Diego González adelantó al Grana a los 12 minutos del primer tiempo y trajo tranquilidad. Sin embargo, en el comienzo del complemento la visita consiguió el empate transitorio a través de un tiro libre de Jorge González, a los 8 minutos. Por suerte para el conjunto de los Barros Schelotto, enseguida Paolo Goltz de penal – igual que en la Ida – decretó el 2 a 1 final a los 12. La fiesta no pudo ser completa debido a la lesión de Lautaro Acosta, quien debió ser reemplazado a los 34 del primer tiempo. Según pudo averiguar Fortaleza Granate, el Laucha habría sufrido un desgarro en el bíceps femoral de la pierna izquierda.




Se hizo realidad el sueño de más de un Granate. Pasó mucho tiempo es verdad, y por eso también se celebra de una manera diferente. Un abrazo, una ronda y un grito de esperanza, de felicidad. Tanto dentro del campo de juego, entre los jugadores, como en las Tribunas, colmadas e ilusionadas con una Vuelta Olímpica deseada y esperada por toda una ciudad. Otra vuelta más, Granate… Porque en el camino cayó de pie un viejo guerrero, acostumbrado a este tipo de batallas Coperas como es Libertad. Equipo duro, guapo (si no pregúntele a Paolo, que se llevó regalitos por todos lados), pero que no supo encontrar la fórmula contra un Lanús que pisa fuerte en la Sudamericana y que en los 180 minutos hizo mucho más para poder quedarse con el premio mayor. El global 4 a 2 es el mejor ejemplo para explicar esa teoría. Idéntico resultado afuera y en casa: 2 a 1. Eso le alcanzó a este equipo para conseguir ese pasaje que vuela directo y sin escalas a la Final. Brasil, con un tal Ponte Preta como principal protagonista, será el último episodio de esta novela que más de uno aspira a que sea con final feliz. 

La clave en esta llave en particular, sin duda alguna, estuvo en la contundencia. La eficacia. Porque cuando Libertad apuró, cuando más insinuó, Lanús contestó marcando. Silva en Paraguay, González en Lanús. La visita había salido con la idea fija en conseguir abrir el marcador instalándose en campo rival. Mucha presión y centros de todos los costados fueron las principales (y viejas) armas del equipo de Sarabia en los primeros minutos. En ese impasse, el único susto lo provocó Jorge González con un fuerte remate de tiro libre que Marchesín rechazó con los puños. Quizá, a González le faltó la puntería que si tuvo el de mismo apellido, pero de distinta camiseta: el Pulpo. El volante del Grana encontró picando la pelota en el borde del área guaraní, en la primera excursión de Lanús en campo visitante, y sacó un fuerte disparo de zurda que se desvió apenas en Moreira y se clavó junto al palo derecho: 1 a 0 y a otra cosa. 

A partir de ahí, con mucho camino por recorrer todavía, el local creció. Empezó a tocar, a hacer correr el balón y aprovechar el sacudón que provocó en los paraguayos el gol en contra tan temprano. Melano, desde una posición similar a la González, casi amplía la diferencia de no ser que su remate se elevó por encima del travesaño. El encuentro continuó por ese andar, con los primeros cruces y las piernas fuertes en el medio, hasta los 26. Fueron dos minutos de furia en los cuales Libertad nuevamente inquietó. Sin embargo, y fiel a su estilo, falló. Primero, en el cabezazo fallido en soledad de Bareiro que se fue por arriba. Y luego con Montenegro, mano a mano con Marchesín (buen desborde de Samudio), que el arquero logró tapar con firmeza. Parecía que nada podría con este Lanús, hasta que a los 34 el estadio quedó en silencio total. Acosta dejó a dos en el camino y enseguida se tomó el posterior izquierdo. Fue como un gol en contra. Un verdadero (des)garrón. 

El complemento fue la antítesis al primer tiempo. Lanús comenzó mejor, tuvo dos para ampliar la ventaja (de no ser por las malas definiciones de Goltz y Pasquini) pero no lo logró. Y Libertad, pegó el grito sagrado en el momento justo. A los 8, tras una infracción de González en el borde del área, ahora sí el González guaraní superaba la resistencia de Marchesín a través de una pelota parada. Aparecen algunos signos de pregunta para el local y la Serie vuelve a estar para cualquiera. Pero claro, si hay algo que nadie puede reclamarle a este equipo de los Mellizos es la personalidad. Y apenas tres minutos más tarde, Pereyra Díaz hizo lo que tantos le pedían. Desbordó, llegó a la línea final y fue derribado por Aquino dentro del área. Carrillo no dudó, cobró penal y Goltz – con un remate fuerte y bajo – puso las cosas en su lugar. Ahora sí, con el 2 a 1 Lanús tomaba un poco de aire. Paolo calmó la aguas y la gente volvió a pensar en el Ponte Preta y no que cortar clavos hasta el último minuto. Con poco más de media hora en juego, el Grana falló a la hora de la contra. Pasquini probó desde media distancia cuando tenía pase, Ayalá se demoró en tocar con Pereyra Díaz y al propio Pasquini le faltó puntería para evitar el palo tras una buena definición cruzada. Libertad fue una y otra vez por la vía aérea (Izquierdoz y Silva rechazaron se cansaron de despejar pelotazos de todos los sectores), metió mucha gente en el área rival y estuvo cerca del empate parcial. De hecho, nunca dio la sensación de bajar los brazos o que la llave esté cerrada. Pero no pudo. El final estaba escrito.



SÍNTESIS DEL PARTIDO:

Lanús (2): 1- Agustín Marchesín; 4- Carlos Araujo, 2- Paolo Goltz (C), 24- Carlos Izquierdoz, 6- Maximiliano Velázquez; 5- Diego González, 15- Leandro Somoza, 21- Nicolás Pasquini; 26- Lucas Melano, 9- Santiago Silva y 7- Lautaro Acosta. DT: Gustavo Barros Schelotto.