Víctor Ayala fue el protagonista de un nuevo seguimiento especial de Fortaleza Granate. El paraguayo mostró una versión opaca en cuanto a pegada y se lo vio impreciso en los pases. A su vez, Junior Benítez jugó un partido correcto y también analizamos el rendimiento de Gustavo Gomez en su vuelta tras la convocatoria de Ramón Díaz.

Por Cristian Tavoliere. Hace un tiempo largo que Víctor Ayala es un soldado predilecto de Guillermo, pero lejos está del nivel mostrado en la Copa Sudamericana 2013, en donde convirtió un gol muy importante en la final frente a Ponte Preta. El partido con Argentinos no fue la excepción, está claro. El volante estuvo muy impreciso y no pudo hacer valer su pegada, con malas decisiones en la entrega del balón. A esto se le sumó la complicación para la marca, uno de sus puntos débiles. La unica jugada de peligro real en sus pies fue un remate desde afuera del área en el primer tiempo, que Ojeda despejó al corner. A los 39 minutos del complemento fue reemplazado por Alejandro Silva, tras una versión opaca y preocupante.

En el caso de Oscar Benítez, que ahora mantiene una posición en el mediocampo, fue de lo mejorcito que se vio de Lanús en cancha. Activo, movedizo y regateador se mostró Junior, que siempre intentó jugar y conectarse con los delanteros. Además tapó la salida de Argentinos y estuvo firme en el retroceso, salvo en la jugada del gol. En distintas ocasiones se abrió paso de muchas camisetas rojas a pura gambeta y lujo, como en la acción que de un pie a pie dejó a tres adversarios en el camino y remató cruzado, obligando un rebote de Ojeda en una tarde perfecta del arquero. Arrancó por izquierda pero en el segundo tiempo cambió con Ayala, sobre la banda derecha y más tirado de punta.

Por último, Gustavo Gómez volvió al equipo tras su gira sin minutos con la Selección de Paraguay. El zaguero central comenzó sin muchas complicaciones, ya que el Bicho atacó poco y nada en la primera mitad. Pero a medida que la visita se fue aproximando con peligro al area del Grana, el zaguero Guaraní respondió siempre a tiempo. Muy prolijo y atento en la salida con la pelota en el piso, Gómez sólo tuvo un desajuste en un blooper, donde pifió y provocó una situación de riesgo del rival, que Monetti luego le tapó a Martín Zapata. En la jugada del tanto de Rodríguez, él había ido al ataque y chocó con Maxi Velázquez en su afan por evitar que se produzca la única conquista del partido.