El equipo de Kudelka sigue sin poder ganar. En un partido en el cual tenía todo para quedarse con el triunfo, Lanús lo terminó perdiendo en último minuto de juego por 2 a 1. A pesar de haber jugado con uno menos desde los 15 del primer tiempo por la roja de Lema, el Grana logró equilibrarlo y estar a tiro de conseguir los tres puntos. Sin embargo, en tiempo adicionado, se quedó con las manos vacías. Sacó 2 de los últimos 15 puntos. Y empieza a preocupar de nuevo.

Un minuto para el olvido. Una película de terror, que parecía lejana, empieza a dar vueltas de nuevo por Lanús. Y va más allá de rendimientos esta vez. Porque si uno analiza, en los 9 partidos que jugó este equipo de Kudelka, la suerte le podía haber jugado una mejor parada. Y en Victoria, fue un fiel reflejo de ello. Porque un equipo que juega con un hombre menos desde los 15 minutos del primer tiempo, se encuentra en desventaja, al borde del abismo, y logra dar vuelta esa situación con creces y mucha actitud, merecería mucho más. A tal punto de estar al filo del triunfo (tan cerca pasó ese cabezazo de Canale…). Sin embargo, no son casualidad los 2 puntos de 15 en juego. Los ya cinco partidos sin ganar. Este equipo, se está volviendo a acostumbrar a no ligar. Y lamentablemente, la cosa no está para andar quedándote con las ganas y valorando el casi. La historia está brava. Y cada derrota, duele. Muchísimo.

En el primer tiempo, Lanús resistió la roja de Lema tempranera y estuvo a la altura. Troyansky tuvo tres situaciones claras, no concretó ninguna. Y luego pagó los platos rotos siendo reemplazado en entretiempo. Tigre aprovechó el hombre de más para tocar la pelota, generó algunas situaciones por medio de Retegui, pero se encontró con el gol a los 35 por un rebote que habilitó a Castro y lo dejó de cara al gol, con Belmonte jugando de central. Sí, porque Kudelka tardó una vida en darse cuenta que el Toto de defensor daba ventajas. El último tramo, daba la sensación que el Grana estaba para el cachetazo. Pero el Matador por algo acumulaba tres derrotas al hilo. Muchas luces, no mostraba.

En el complemento, al margen de un mejor arranque del local, con los minutos el equipo de FDK fue mejorando y sobre todo incomodando a su rival. Con actitud, y buenas intenciones, se acercó al arco de Tigre. No se resignaba a perder. Y poco a poco fue esperando su chance para tratar de empatar, cosa que terminó pasando. Centro perfecto de Boggio (de los mejores en Lanús) a los 20 minutos y cabezazo goleador de Leandro Díaz para el 1 a 1. Con aire de esperanza, porque Tigre sintió el golpe y no daba sañales de vida. Incluso, un ratito más tarde sufrió la expulsión de Montoya, que lo dejaba mal parado para la recta final. Lanús insistió, tuvo sus oportunidades pero sobre el cierre se achicó. Se metió atrás, regaló la pelota. Kudelka erró con los cambios, y Tigre no perdonó. Y a los 9 minutos de adición, se llevó todos los premios por medio de Retegui. Sí, tanto esfuerzo y sacrificio, en vano. Totalmente desaprovechado.