Otra vez la misma historia. Lanús perdió 3 a 1 ante Estudiantes y nuevamente quedó en deuda. Leandro Díaz en dos oportunidades y Mauro Boselli, los goles del local, que si se lo proponía podía haber ganado por una diferencia mucho mayor incluso. José Sand, sobre el cierre, marcó el descuento. Muy flojo partido del equipo de Kudelka, que sigue sin encontrarle la vuelta.
En la primera etapa, como en muchas otras oportunidades a lo largo del ciclo de Kudelka, Lanús fue un espejismo. Porque mostró ser algo que con el correr de los minutos desapareció. A pesar de parecer metido en el partido, generar incluso algunas situaciones (siempre de la mano de Boggio), en la primera que lo pinchan, lo lastiman. Y lo hieren enserio, prácticamente de manera definitiva. A los 21 minutos, tras una seria de errores groseros en defensa, Estudiantes se puso en ventaja. Tras un desvío de Matías Pérez, Leandro Díaz la empujó con el pecho para el 1 a 0. Y a partir de ese momento, todo se desmoronó por completo. El local tuvo al menos tres chances netas más para ampliar la ventaja, que finalmente consiguió a los 39, otra vez de la mano del tucumano. Pase profundo a espaldas de Aude, centro de Castro y anticipo de Díaz para el 2 a 0.
En el complemento, más allá de los cambios que metió Kudelka, sobre todo el ingreso de José Sand, la historia no tenía buen horizonte debido a que el Grana avanzaba sin ideas concretas, pero en defensa seguía siendo demasiado frágil y endeble. Cada vez que el Pincha se lo proponía, quedaba de cara al gol. Ese coqueteo con ampliar la diferencia, la cual era notoria al margen del 2 a 0 parcial, se terminó de confirmar a los 30 minutos. Otro centro a espaldas de Aude, toque al medio y palomita de Boselli para el 3 a 0. Parecía que el local podía seguir en la búsqueda de algo más, pero el Grana pudo descontar gracias a una buena media vuelta de Sand tras un tiro de esquina que bajó de cabeza Cabral.
No hubo mucho más que eso. El discurso es el mismo de siempre. Lanús sigue perdido, y restan tres partidos para que cierre uno de los peores años de los últimos tiempos. El DT no le logra encontrar la vuelta y los jugadores tampoco. La solución, vaya a saber uno cual será.
