Lo admitió Román Martínez, quien ingresó en el entretiempo de la derrota ante Godoy Cruz para jugar sus primeros minutos oficiales en la era Carboni. “Venimos de dos años muy buenos y uno se acostumbra, pero la realidad es esta y hay que afrontarla dando la cara”, justificó el experimentado volante de Lanús.

Pese a los cuatro goles recibidos en un segundo tiempo catastrófico en tierras mendocinas, Román Martínez mostró pinceladas de su talento en sus primeros minutos oficiales en la era Carboni.

En el cuarto partido del Kely al frente del Grana, el experimentado volante saltó en el entretiempo al campo de juego del Malvinas Argentinas en lugar de Marcelino Moreno y por sus pies pasaron las mejores acciones colectivas en ofensiva de Lanús. Aunque claro, la derrota 4-1 a manos de Godoy Cruz hizo que su sociedad con el Laucha Acosta y Ale Silva quede rezagada a un segundo plano.

“El club apuesta por los chicos y algunos nos hemos quedado para acompañarlos. Tenemos que ayudar a esta juventud para tratar de sacar adelante a Lanús en lo que se pueda”, postuló Román en zona de vestuarios. Y puso el pecho a este momento complicado: “Quedan varios partidos y es una transición que va a costar obviamente porque venimos de dos años muy buenos. Quizás uno se acostumbra, pero la realidad ahora es esta. Entonces, hay que afrontarla y dar la cara”.

De cara a una seguidilla difícil en los papeles, con River y Racing por la Superliga, más la ida contra Sporting Cristal por la Copa, Martínez sostuvo: “El objetivo es sumar la mayor cantidad de puntos posibles en el campeonato y enfocarse a la Sudamericana que tenemos una fase por jugar en este semestre”.