El equipo de Almirón sigue en deuda y sin afianzarse. En La Fortaleza, y luego de perder ante Estudiantes, tenía la obligación de imponerse ante Tigre, pero no lo logró, y de esa manera mira de lejos los primeros puestos del campeonato. Fue 0 a 0, con un Lanús dominador, pero sin chances de gol. Apenas sacó 4 de 12 puntos.
No es el arranque deseado, ni mucho menos. La llegada de Jorge Almirón había generado una ilusión en el hincha que, a esta altura del campeonato, con cuatro fechas disputadas, está lejos de lo esperado. Si bien Lanús intenta sostener una idea, le falta un plus para terminar de engranar. Hay dominio del balón, se mejoró en defensa, pero en esta ocasión le costó generar peligro en el arco de Tigre, que, con poco, se llevó lo que vino a buscar. Un punto que le cae mejor en todo sentido.
En el primer tiempo, el Grana salió convencido de atacar pero se encontró con un equipo bien parado, duro en la última línea y que cortó los principales circuitos de juego del team de Almirón.
Lanús, sin Bernabei, perdió sorpresa y dinámica por la banda izquierda, y se notó. Malcorra no llegó con la misma comodidad de otras veces y fue perdiendo terreno. Valeri sigue impreciso, a pesar de intentar jugar como sabe. Y apenas duró un tiempo en cancha (¿se apuró Jorge en sacarlo?). López no logró conectarse con el balón, a pesar de bajar más de lo debido en algunas ocasiones, y arriba no le quedó nunca al pie como para sacar el latigazo.
Belmonte se cansó de recuperar y hacer relevos, y Paloma volvió a fallar de mitad de cancha hacia adelante. Ángel González no desentonó, pero también se quedó sin sumar minutos en la segunda etapa. En ese mar de fallidas intenciones, el local solo generó una situación real de gol. De contra, Malcorra ganó por la banda, tiró su firulete ya conocido, y definió fuerte al primer palo. El balón dio en la red lateral, pudo ser la apertura del marcador. Por su parte, los de Victoria tuvieron dos disparos de media distancia, nada más.
En el complemento, Almirón intentó contagiar al equipo con los ingresos de los ídolos Sand y Acosta, pero los cambios no dieron resultado. A Pepe no llegó nunca, y al Laucha se notó que le falta desde lo futbolístico a pesar de sus ganas.
El equipo se fue apagando, perdió confianza más allá de un disparo del Flaco que salió cerquita, y se perdió en un sinfín de malas decisiones en ofensiva que terminaron en la nada misma. Tigre tuvo su momento, pero no lastimó más allá de alguna insinuación. La dupla central Pérez y Lomónaco brindaron seguridad de arriba y de abajo.
Sobre el cierre, el Grana trató de inclinar la cancha con centros, pero tampoco ligó por esa vía. El 0 a 0 fue lo más justo dentro de un partido chato y aburrido. Se viene Arsenal, y el Grana deberá cambiar el chip, y sobre todo sumar de a tres si no quiere quedar más lejos todavía de su objetivo de alcanzar la zona de clasificación.
Fotos: Pablo Villán para FG
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