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Maxi pegada. El zurdazo de Velázquez se dirige al ángulo. |
El Grana salió a matar de entrada y golpeó desde el vestuario. Todavía no se jugaban dos minutos y, en el primer tiro libre de la noche, Ayala tocó corto con Maxi Velázquez y su envío fue desviado por Pereyra Díaz en el camino para superar la tibia resistencia de Mondragón. Con el ánimo por las nubes, Lanús siguió embistiendo y se llevó por delante a un Deportivo Cali que entró dormido y desconcentrado. Enseguida desbordó Barrientos por derecha y sacó un centro a media altura para la llegada de Acosta, pero el experimentado arquero colombiano se adelantó con los pies para salvar. No obstante, el uno nada pudo hacer a los cuatro, en otra jugada de pizarrón granate: Ayala buscó desde un córner a Velázquez, quien recibió solo de pecho afuera del área y ensayó un misil de zurda, que bajó de golpe y se clavó en el ángulo superior izquierdo de Mondragón. Tremendo golazo de Maxi que empezaba a sanar las heridas. Sí, después de tantas ocasiones erradas en la accidentada derrota de Colombia, el equipo de los Mellizos sacaba pecho para seguir con vida en la Copa.
El trámite viró por completo después que el Granate lograra la diferencia, ya que se relajó y le cedió el protagonismo al elenco de Cárdenas, de digna tarea a partir de allí. La visita monopolizó la pelota en gran parte del primer tiempo y atacó bien por las bandas, aunque casi siempre le faltó profundidad. Andrés Pérez intentó romper esa carencia con un par de remates de media distancia, ambos desviados. Pese a la ventaja tempranera, Andrada tenía más trabajo del esperado, con mucha participación en los envíos aéreos, una constante del Cali. Y luego con varias atajadas importantes que evitaron el descuento: a los 28 le sacó un mano a mano a Ramírez con el pie, mientras que a los 41 despejó por arriba un zapatazo de Candelo, quien dos minutos más tarde volvió a probar tras una buena maniobra colectiva, esta vez por encima del travesaño. El marcador no reflejaba lo que había sucedido en el campo de juego, donde después del 2 a 0 hubo un claro dominador y un equipo que se replegó en demasía y puso en riesgo la diferencia.
El mensaje de los Barros Schelotto no tardó en llegar en el entretiempo y Lanús salió con otra decisión en la segunda mitad. Sin embargo, Santiago Silva desperdició lo poco que generó en ataque: a los cinco minutos quedó de cara a Mondragón tras una precisa asistencia de Pereyra Díaz pero le apuntó a las piernas del capitán, mientras que a los 18 cabeceó de pique al piso y sin dirección un córner de Ayala. Por su parte, el Verde arrimó a cuentagotas con la velocidad del ingresado Rivas y la potencia en las subidas de Giraldo, quien tuvo las chances más claras en sus pies. Luego de un doble buscapié que nadie llegó a conectar, el lateral se asoció con Rivas y definió por arriba de zurda a los 30. Los avances visitantes se fueron diluyendo cada vez más por la falta de peso ofensivo y el Granate estuvo cerca de meter el tercero sobre el cierre. Primero con un tiro libre esquinado de Velázquez, que superó la línea de la barrera y exigió a una impecable estirada de Mondragón. Y en la última con un penal que le cometieron al Marciano Ortiz después de una pared con Silva, del cual se hizo cargo Goltz y cuyo remate se estrelló en el travesaño. Era la oportunidad de quedar a cero en diferencia de gol, algo que pasó a un segundo plano con el pitazo final del uruguayo Fedorczuk. El Grana hizo los deberes y dejó viva la llama de la esperanza en la Libertadores.
LOS GOLES DEL TRIUNFO ANTE DEPORTIVO CALI:
Lanús (2): 12- Esteban Andrada; 4- Carlos Araujo, 2- Paolo Goltz (C), 24- Carlos Izquierdoz, 6- Maximiliano Velázquez; 8- Fernando Barrientos, 15- Leandro Somoza, 16- Víctor Ayala; 14- Jorge Pereyra Díaz, 9- Santiago Silva y 7- Lautaro Acosta. DT: Guillermo Barros Schelotto.
Incidencia: Cerro Porteño2 (Daniel Guiza y Julio Dos Santos -p-) – O’Higgins 1 (Pablo Calandria -p-). El partido se jugó en el estadio General Pablo Rojas, con arbitraje del uruguayo Roberto Silvera.