Metió la pata…

Banfield se quedó con el clásico al imponerse 2 a 0 ante un deslucido Lanús, gracias a los goles de Leonardo Pons a los 5 y 12 minutos del segundo tiempo. Luego de un primer tiempo parejo y en el cual el Grana quizá había sido un poco más, la expulsión de Orsini fue un quiebre en el partido.

A veces, los partidos se definen en los pequeños detalles. En el trámite de un partido muy parejo y estudiado, un pequeño descuido te puede dejar con las manos vacías. Y así sería nomás… Banfield y Lanús arrancaron muy concentrados en tratar de no entrar en esa pequeña línea del error. Primero, cuidar el arco propio para luego, con confianza, ir en búsqueda del contrario. Y así se fue dando la primera etapa. Primero, con el local un poco mejor pero sin profundidad. Apenas un tirito de Cuero, sin peligro.

Luego, pasados los 15’, los de Zubeldía se acomodaron mejor y de a poco fueron tomando la pelota. La diferencia estuvo en que el Grana en su momento, fue más que el Taladro. Esquivel tuvo un mano a mano que primero despejó Arboleda y en el rebote Maldonado se lo sacó sobre la línea al Laucha Acosta. Más tarde, Orsini metió una buena diagonal a espalda de la defensa banfileña y de zurda cruzó el remate que se fue cerquita. Era el camino ideal, concentrado en la marca y rápido para cruzar el medio y meterse en campo rival.

Sin embargo, hablando de errores y detalles, iba a suceder algo que daría un vuelco irrevertible en el partido. A los 44’, Nicolás Orsini (amonestado) metió la pata en todo sentido. Levantó la pierna en un cruce en la mitad de cancha de manera desmedida, y Darío Herrera no dudó un segundo en mandarlo a las duchas. Sí, algo evitable y que terminó siendo clave en lo que vendría. Ese hombre menos, al Grana lo iba a condenar en todo sentido.

En el segundo tiempo, Banfield apretó de entrada y en apenas 12 minutos ya había logrado dos goles de diferencia por la eficacia de Leonardo Pons. A pesar del esfuerzo, lejos estuvo Lanús de ser el Lanús de la primera parte. El Taladro con la ventaja obtenida cada vez se sintió más cómodo en la cancha, la figura de Galoppo fue creciendo, ayudado por Cabrera y Álvarez, también puntos altos, y cada pelota dividida daba la sensación que el Grana podría quedarse con otro jugador menos.

Sobre el cierre, Sand estuvo cerca del descuento en la única jugada de peligro contra el arco de Arboleda.
Lo que pudo haber sido, quedó embarrado y no por el campo de juego mojado. Otra buena oportunidad que Lanús deja escapar ante una parada importante.

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