Esteban Andrada, pilar bajo los tres palos del finalista de América, transmitió sus sensaciones tras la histórica remontada de Lanús frente a River, lo que se viene contra Gremio y su momento soñado en el arco Granate. “Fue fundamental el hecho de irme a préstamo a Arsenal para sumar minutos y jugar. Por ahí no salieron tan bien las cosas como quería, pero la experiencia y la fortaleza de crecimiento que te da es diferente”, se sinceró el Gato en una charla con Diario Uno.

Al hombre lo pellizcan y no cae. Aunque ya pasaron ocho días de aquel estruendoso triunfo 4-2 de Lanús sobre el mismísimo River Plate, por la semifinal de la Copa Libertadores, a Esteban Andrada (26), el protagonista de esta historia, no quiere que lo despierten de este sueño.

El arquero mendocino cuenta lo que vivió en carne propia y cómo espera la finalísima copera.

–Ya quedaron en la historia al pasar a la final…

–Sí, estamos disfrutando el momento más como se dio el partido, creo que fue algo histórico lo que hicimos porque estábamos 3 a 0 abajo y quedaban 45 minutos prácticamente, sacando el gol del Pepe (que fue en el primer tiempo). Lo que hicimos fue algo impresionante. el hecho de convertir cuatro goles en 45 minutos fue algo soñado.

–¿Fue un mal planteo de Gallardo o más mérito de Lanús?

–En realidad arrancamos bien nosotros, en los primeros 15 minutos con la pelota completamente a nuestro favor. El gol de penal de ellos fue un impacto duro para todo el equipo y para todos los que estaban en la cancha. Después, el segundo gol de ellos fue otro golpe; el gol de Sand al finalizar el primer tiempo nos ayudó a levantar en lo anímico y eso fue fundamental cuando salimos en el segundo tiempo.

–¿Fue un premio para el equipo por lo ordenado que es?

–Sí, tal cual, porque nunca dejamos de intentar jugar, de hecho íbamos perdiendo 2 a 0 y los defensores me la tiraban para atrás; nunca perdimos la idea y la cabeza, con paciencia y tranquilidad pudimos darlo vuelta. Sabíamos que era difícil, pero bueno, cuando llegó el segundo gol prácticamente al minuto del segundo tiempo, fue una ayuda de Dios. Llegaron los goles al finalizar el primer tiempo y al comenzar el segundo y fue increíble porque sabíamos que estaba al caer el tercero.

–Te fuiste a Arsenal y volviste al Granate. ¿Te costó afianzarte en el arco a pesar de tus buenas condiciones?

–Sí, obvio, el arquero necesita jugar, en esos momentos Lanús tenía grandes arqueros con continuidad y yo no tenía chances de jugar. Siempre necesitás jugar para agarrar confianza, experiencia y fue fundamental el hecho de irme a préstamo a Arsenal para sumar minutos y jugar. Por ahí no salieron tan bien las cosas como quería, pero la experiencia y la fortaleza de crecimiento que te da es diferente. Hoy tengo continuidad en el club que nací, donde hice inferiores y eso es algo muy lindo que me está pasando.

–¿Perjudicaron a River ? ¿El VAR le suma al fútbol?

–Sí, bah, no sé, en realidad River estaba confiado, la que fue dudosa fue la del penal que dicen todos. No protestó nadie porque estaban confiados que era imposible darlo vuelta. Solamente Scocco, que levantó la mano y nadie más. Nosotros ante cualquier jugada dudosa estábamos necesitados y éramos cinco o seis que estábamos arriba del árbitro protestándole para que se fije todo el tiempo.

–Tu señora siempre te apoya y pone algo en las redes sociales.

–Sí, mi señora siempre está ahí, sufre y llora en la cancha. Me cuentan mis amigos que suelen estar ahí con ella, que lo sufre mucho. También debo nombrar a mi vieja, que me manda mensajes, que todo el tiempo está atenta a todo lo que pasa.

–Nombrá a tu familia

–Mi esposa es Nerina Galasso, mi vieja es Graciela Molfa y mis hermanos, el Aguja, Yanina, Brunella, Jesús, Delfi, somos varios y tengo para rato para nombrar. Siempre están apoyándome, mandándome mensajes y cuando salen mal las cosas o cuando el resultado no es positivo están ahí por si necesito algo. Tratan de levantarme el mal humor que tengo.

–Tenés dos hijos…

–Sí, Bastian, de 4 años y Lola, de 2.

–Ahora se viene Gremio de Brasil. Es difícil, pero se le puede ganar, ¿no?

–Sí, es una final y va a estar complicado para los dos. Estuve viendo el último partido contra Barcelona de Ecuador y con un resultado de 3 a 0 arriba no intentó jugar como en otros partidos. Sabemos que en la final va a hacer otro planteo y va ser totalmente diferente, tienen buenos jugadores, es un equipo brasilero y va a ser duro.

Por: Gustavo Privitera para Diario Uno de Mendoza