LAUCHA DE AMÉRICA

Imparable. Acosta fue el mejor en el 1-0 a Caracas.

Lautaro Acosta inaugura esta nueva sección de Fortaleza Granate como el mejor jugador de Lanús en la victoria 1 a 0 ante Caracas, que le dio el pase al Grupo 3 de la Copa Libertadores. Importante en la ida para generar el penal que derivó en el segundo grito de Goltz, el Laucha fue el más desequilibrante, sobre todo en el primer tiempo, donde ganó siempre con su velocidad y le sirvió el gol a Junior Benítez, quien falló dos veces dentro del área chica. También se destacan la seguridad de Marchesín, la buena tarea de Araujo (con proyección y centro medido en la única emoción de la noche), la firmeza de la zaga central, el despliegue con llegada del Pulpito González y el tanto de Ayala, quien se reivindicó en un partido discreto con una linda volea. A continuación, el puntaje con el análisis correspondiente de cómo jugaron los once titulares del Grana y aquellos que ingresaron en la segunda etapa. No te lo pierdas.




Agustín Marchesín (6): no tuvo demasiado trabajo, pero respondió cada vez que lo inquietaron y se mostró atento para alejar el peligro. Sin intervenciones en el primer tiempo, fue amonestado a los 37 minutos por demorar en un tiro libre. En el segundo, a los 14, sólo pudo observar cómo el remate a colocar de Luis González se estrellaba en el palo izquierdo. Su única atajada llegó a los 32, cuando se lució para desviar un disparo que pedía ángulo de Otero. 


Carlos Araujo (6): aportó seguridad en defensa y siempre fue opción de pase cuando Lanús tenía la pelota. Como Caracas prácticamente no atacó por su sector, pudo soltarse y por momentos fue un volante más. Se proyectó con criterio, como en la jugada del gol de Ayala, cuando desbordó a fondo ante la marca de Quijada y levantó bien la cabeza para un centro medido al pie derecho de su compañero. Además generó el primer avance del partido a los 14, con un envío que se cerró y salió un metro por encima del travesaño.

Paolo Goltz (6): un caudillo en la última línea. Anticipó, ordenó y hasta se animó a salir jugando, como a los 41 de la primera etapa, cuando eludió con un lujo a Curé y se ganó la ovación de toda la cancha. Fue decisivo en la serie por los dos goles que anotó en Venezuela. Al igual que en la ida, se impuso en el área rival a los 22 del complemento, aunque su cabezazo rebotó en Sánchez antes que tenga destino de red. 

Carlos Izquierdoz (5): si bien no lo exigieron mucho, no estuvo tan firme como en otros partidos. Impasable en el juego aéreo, ganó casi siempre de arriba, incluso a los 7 minutos del segundo tiempo, cuando cabeceó junto a un palo tras un córner de Ayala. Su punto débil estuvo en los centros bajos, con dos pifias consecutivas en el borde del área que pudieron tener un peor desenlace. Cumplió.

Maximiliano Velázquez (5): alternó buenas y malas. Al principio no tuvo la precisión que lo caracteriza en los pases, aunque fue importante por su voz de mando para adelantar al equipo. Al igual que Araujo, no fue tan exigido como en Venezuela y tuvo más libertad para trepar por su andarivel. La mejor incursión en ataque, a los 23 del segundo período, se gestó tras una pared con Somoza y culminó con un pase atrás para que Silva defina, pero el remate del uruguayo encontró la pierna de Tucker y no llegó a destino.

Diego González (6): fue de menor a mayor y terminó siendo uno de los puntos altos de Lanús. Su poca firmeza en un relevo a Izquierdoz permitió una media vuelta de Curé que pasó cerca. Con el correr de los minutos levantó su nivel en base a garra y mucho despliegue. Tuvo la primera chance de cabeza a los 25 después de un centro de Silva, pero le faltó dirección en el impacto. Por su parte, probó dos veces seguidas desde media distancia en el arranque del complemento: su primer remate a colocar fue despejado por Baroja al córner, mientras que el siguiente se fue desviado. Coronó una buena actuación al ser el organizador en la jugada del único gol granate, cambiando el avance de izquierda a derecha para la proyección de Araujo. Salió a los 31 para dejarle el lugar a Ortiz.


Leandro Somoza (5): mostró destellos de su enorme calidad y panorama para distribuir el juego pero, a la vez, erró en la entrega de algunos pases en zonas peligrosas de la cancha. Se hizo eje del equipo y cuando el partido se tornó friccionado, él impuso su presencia para combatir en el medio. Probó una vez sin suerte de media distancia. Su exceso de confianza en algunas intervenciones provocaron ataques en contra que, para su fortuna, fueron cortados antes de llegar a Marchesín. 


Víctor Ayala (6): se encaminaba a tener un desempeño discreto hasta que torció el rumbo del partido con su gol, unos minutos después del tiro en el palo de Luis González para Caracas. Si bien contribuyó con buenos cambios de frente en el primer tiempo, no participó mucho en el armado de las jugadas y dividió en exceso la tenencia del balón. Tuvo una chance para convertir a los 39 tras asistencia de Acosta, pero la pelota le picó mal y pateó mordido de derecha. En el segundo calibró la pegada y se terminó de reivindicar con la única emoción de la noche. El Paragua calzó de volea un envío de Araujo y venció la tibia resistencia de Baroja, a quien se le escurrió el balón entre los dedos. Se fue muy aplaudido a los 39 y en su lugar entró Barrientos.
 
Lautaro Acosta (7): tuvo la mejor vuelta después de una serie de desgarros a fines de 2013. Fue el más desequilibrante y movedizo en el primer tiempo, cuando Lanús no funcionaba como equipo. Ganó siempre que se lo propuso con su velocidad por la banda derecha y fue una auténtica pesadilla para Quijada. Armó un jugadón a los 30 minutos y le sirvió la apertura del marcador a Benítez, quien falló por duplicado en el área chica. Cambió de punta con Pereyra Díaz en la segunda mitad y exigió siempre pese a no ser tan incisivo.

Santiago Silva (5): peleó y luchó más de lo que jugó. En el primer tiempo se lo vio desconectado del partido, sin tanta presencia en el área rival y con la habitual colaboración en la propia para defender pelotas paradas en contra. A los 33 protagonizó un intenso cruce con Tucker, a quien le metió un caño delicioso y, como el central lo sujetó de la camiseta, el Pelado le arrojó un manotazo que le valió la amarilla (se salvó, era para expulsión). En la segunda etapa creció al ritmo del equipo y participó de varias jugadas en ataque. Si bien su única chance llegó sobre el final, cuando quiso cerrar la noche con un lujo al definir de emboquillada, un metro por encima del arco defendido por Baroja. Y también tiró otro chiche con un pase de aire a Acosta que levantó a los hinchas granates.


Oscar Benítez (5): en una actuación discreta, fue reemplazado cuando mejor se había acomodado en el partido. De movida entró desconcentrado y con cierta displicencia en algunas maniobras individuales. A medida que pasaron los minutos participó más en el circuito ofensivo y armó un buen tándem con Maxi Velázquez por izquierda. En sus pies estuvo dos veces la chance más clara del primer tiempo a los 30, después de una escapada de Acosta y un pase al medio para que anote. No obstante, Junior definió primero a las piernas de Baroja y luego tardó un segundo más para aprovechar el rebote. Ingresó mejor al segundo tiempo y desequilibró cuando le dieron espacio, pero a los 18 tuvo que dejar la cancha por decisión técnica.


Jorge Pereyra Díaz (5): entró tan enchufado que su primera intervención fue la mejor, al desbordar a fondo por el sector derecho y enviar un centro atrás que nadie conectó. Se estacionó en el puesto donde estaba jugando Acosta pero no incidió en el juego, hasta el punto de pasar desapercibido. 

Jorge Ortiz (-): fue el segundo cambio de Guillermo para jugar los últimos 15 minutos. Con un par de intervenciones insinuó más de lo que concentró luego. Resolvió mal cada vez que llegó a posición de gol y un pase incorrecto derivó en una contra con tiro desviado de Luis González para Caracas. Además pifió un remate dentro del área a los 42, cuando no tenía ningún rival cerca.

Fernando Barrientos (-): ingresó en la recta final por Ayala y mostró cosas interesantes en los pocos minutos que estuvo en cancha. Aportó buen pie y conducción limpia de pelota en un par de avances.



Por Bruno Russo (@BrunorussoFG) 

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