Luego del pedido masivo de los hinchas de Lanús para que lo lleven con la Selección al Mundial, Marcone la rompió toda y dio una clase de fútbol en la igualdad frente a Argentinos. Marcó, jugó, hizó jugar y tiró varios lujos de antología. Teléfono, Sampaoli.
Ya no alcanzan las palabras ni los calificativos para describir las actuaciones de Iván Marcone en Lanús. Cada partido se supera y entrega un poco más. Corta y juega. Hace jugar al resto. No erra un pase. Cada intervención suya es un placer a la vista. Un lujo tras otro. Es sinónimo de fútbol. El maestro volvió a dar cátedra. ¿Qué más tiene que hacer para que lo lleves al Mundial, Sampaoli?
Fue una semana muy especial para el capitán Granate, que contó con el apoyo de todos los hinchas de Lanús y muchos futboleros en general para un llamado del técnico de la Selección Argentina, tras la lesión de Lucas Biglia que peligra su presencia en la Copa Mundial de Rusia. Y el cinco cumplió, como cada fin de semana.
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EL CHICHE MÁS LINDO. En el inicio del segundo tiempo, Marcone combinó jueguitos y un sombrerito de antología a un talentoso como Pisculichi. ¡Que viva el fútbol, Iván!
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Sobre el final del encuentro, a los 42 minutos del complemento, Marcone fue protagonista de la situación que calentó el clima en la Fortaleza. Quiso acelerar un tiro libre e hizo rebotar la pelota en Nico González, que se ganó la amarilla. Eso provocó un cruce cara a cara con Lucas Barrios. Luego intercedió Marcelo Herrera con un empujón, que detonó en un tumulto generalizado, incluidos los bancos de suplentes. Para su fortuna, el mago argentino salió limpio.
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