Esa expectativa generan la Recopa Sudamericana y la Suruga Bank para Javier Valdecantos, preparador físico del Grana. “Nos mentalizamos estos 15 días para ir por esas dos copas”, asegura en una charla extensa con Lanús 2000, al mismo tiempo que confiesa: “Podría haber hecho algo muy liviano ahora para que los jugadores exploten el 16. Pero después lo voy a pagar. Entonces se proyectó un trabajo a largo plazo”. El PF también cuenta la nueva iniciativa de juego de presionar uno contra uno en toda la cancha, el objetivo de la preparación en Open Door, la mística ganadora que transmiten los más experimentados y la posibilidad latente de que se vaya alguien más antes que cierre el libro de pases.
La pretemporada en Open Door
Los días se hicieron largos con tres turnos. Al no haber gimnasio, todos los trabajos tuvimos que hacerlos al aire libre. Por eso los hacemos cargar barras, bancos, trineos… Pero estuvimos bien. El lugar es espectacular.
El objetivo de esta puesta a punto
Tenemos la ventaja que hace dos años estamos en el club. Iniciamos nuestro tercer período y ya tenemos un conocimiento de casi todos. En esta pretemporada hubo trabajos de mejor calidad. Nuestra meta es mucha cantidad de calidad. Que no sean largos y tediosos, sino varios trabajos cortos. Lograr la resistencia neuromuscular a través de la respuesta rápida del cerebro. Se busca intensidad porque en el fútbol se hacen esfuerzos cortos, de cinco o seis segundos. Después de dos años creo que ya lo podemos instrumentar. El jugador lo está padeciendo porque cuesta, pero ya estamos para dar ese paso.
El adelanto de las fechas de la Recopa
La ciencia dice que cuanto más tiempo hay para desarrollar una cualidad, el cuerpo la fija mejor. Y la base es mucho más sólida. Entonces lo ideal sería tener seis semanas desde el día que vuelvo al que comienzo a jugar. Esto es una utopía en relación con lo que venimos viviendo por la vorágine de partidos y lo que nosotros queremos del club: que esté siempre compitiendo en la pelea y sea protagonista. Es una etapa de crecimiento a nivel institucional que yo apoyo a morir. No cambiaríamos nada respecto a lo que pasó. Hicimos todo lo que creíamos que era necesario y no nos vamos a apartar de ese pensamiento.
“La mística de querer estar y ganar cosas quedó al mantenerse la base del plantel. Los dos centrales (Goltz e Izquierdoz) eran muy importantes por lo que generaban y lo que pusieron arriba de la mesa. Al igual que Marchesín, Araujo, Velázquez, Somoza, el Pulpo (González) y Silva. El mensaje de los más grandes en el día a día es fundamental”.
La convivencia con el grupo
Para nosotros es mucho más fácil porque no hay `peleas´ en la vida diaria y están adaptados a nuestra forma de trabajo. Es como que se ponen el piloto automático y entrenan; no se quejan ni discuten. Yo apoyo los procesos largos porque te llevan a estas cosas. Es clave no `achancharse´ como entrenador, mantener la exigencia e inculcarles siempre la importancia de ser protagonistas.
La presión en su máxima expresión
La forma de juego que tiene Lanús es distinta a otros equipos. Una de las cosas que nos planteamos e instrumentamos en esta pretemporada es el tema de los duelos. Estamos haciendo mucho hincapié en mantener el uno contra uno hasta que se termine y que sea en toda la cancha. Algo muy similar a lo que hace Chile o lo que propone Bielsa en sus equipos. Esta iniciativa se va a ver cuando empiecen las competencias.
“Para los Mellizos, el próximo partido es siempre el más importante. No conciben la posibilidad de cuidar jugadores ni guardarse algo para más adelante. Creemos que no es serio entregar un encuentro desde la formación y el mensaje. Lanús tiene que salir a ganar todos los partidos que juegue. Es el momento de que el club sea protagonista en todos lados”.
El aporte de los juveniles
Hay chicos que ya son realidad, como los casos de Valdez Chamorro y Astina. También están Herrera y Monteseirín. Para mí Junior (Benítez) es un crack. Al igual que Barrientos nos dio una mano gigante y uno tiene una esperanza enorme alrededor de ellos. El trabajo de inferiores y la promoción de juveniles a Primera me pone muy bien en lo personal. Cada vez que entro al club y veo cómo creció este monstruo, pienso que es producto de ellos. Y pese a que a mí me gustaría mantener el equipo, sé que el mercado de pases le permite a Lanús seguir con la rueda.
“Creo que se va a ir algún jugador más. Hubo rendimientos muy altos y varios tienen posibilidades de irse. A veces al futbolista le queda un año de contrato y el club está obligado a venderlo. Y si lo retenés estás obligado a hacerle un contrato fabuloso, proporcional a la fortuna que puede cobrar si se va”.
El incentivo que significan la Recopa y la Suruga Bank como puntapié del semestre
El plantel está súper motivado. Es buena esta vorágine de competencias y poner al club en lo más alto a nivel internacional. Es una gran motivación para nosotros, nos hizo muy bien la Copa Sudamericana. Vivimos el sentimiento de la gente el día de la final que se llenó la cancha. Queremos repetir esos momentos y vamos a hacer lo imposible por lograr más títulos. La única preocupación que me queda es la puesta a punto del equipo para la Recopa. Es muy difícil jugar el partido de ida a los 11 días de terminar la preparación en Open Door. Yo podría haber hecho algo muy liviano ahora para que los jugadores exploten el 16. Pero después lo voy a pagar. Entonces se proyectó este trabajo a largo plazo.
“Esas dos copas son un mini objetivo para nosotros. Y sería un sueño ganarlas. Por eso generan tanta motivación. Es poner al club en una vidriera internacional que realmente se la merece. Nos mentalizamos estos 15 días en Luján para ir por esos dos torneos”.
La nota completa de Valdecantos en Lanús 2000
