Todo Lanús le reclamó a Rapallini por el gol anulado a Marcelino Moreno con el partido 1-1, pero el árbitro observó -con un ojo muy fino, por cierto- cómo Herrera le arrojaba una zancadilla al arquero Ledesma. Al mismo tiempo, ignoró un claro penal del defensor a Marco Ruben sobre el final, como así también un agarrón a Di Renzo que hubiese sido la pena máxima para el Grana. Una tarde llena de polémicas en el Sur.
“Rapallini botón, Rapallini botón…”, empezó a corear la platea Emilio Chebel después del gol anulado a Marcelino Moreno, que hubiese sido el 2-1 a favor de Lanús ante Central. Un cantito que se repitió el miércoles en el estreno copero contra el boliviano Gery Vargas, de actuación olvidable.
Corrían 22 minutos del segundo tiempo cuando Pasquini ejecutó un córner desde la punta derecha, con pierna cambiada, que recorrió el área chica y cayó en el segundo palo. Ledesma no pudo rechazar con los puños y el delantero Granate impactó el balón de cabeza a la red. Pero nada de eso valió. Enseguida, Fernando Rapallini pitó falta y todo Lanús se le abalanzó en señal de protesta.
¿Qué cobró el juez? Con un ojo de lince -incluso mejor que el utilizado por la tecnología- observó una zancadilla que no llegó a destino de Herrera contra el arquero. Aunque claro, el reglamento habla de “dar o intentar dar” una acción temeraria sobre el rival. En este caso, acierto del referí.
Sin embargo, fue una tarde de errores compartidos y plagada de polémicas en la Fortaleza. Desde la amarilla al Colorado Gil en el primer tiempo por un manotazo en el rostro de Matías Sánchez (agresión es roja, acá y en la China), como así también a Herrera por un codazo a Zampedri en el complemento.
El defensor del Grana fue protagonista de un penalazo a Marco Ruben en el tramo final del encuentro, que Rapallini ignoró. Al igual que dejó pasar, un rato antes, el agarrón de Tobio a Di Renzo que bien ameritaba la sanción de pena máxima. Siga siga, en ambos casos. Otro flojísimo arbitraje en el fútbol argentino y van…
https://youtu.be/COrC6rqWlqc
