Nada amistoso. Velázquez atendió a Ruiz con un patadón.

Como hace un par de días con Los Andes, el Granate no pudo contra otro equipo de la B Metropolitana y sumó su segundo empate en los amistosos versión 2014: esta vez fue 0 a 0 ante Platense, en dos tiempos de 35 minutos. Los dos arqueros fueron responsables para mantener el cero en la cancha Nº 5 del Poli: Claudio Flores, ex Lanús, se destacó con varias tapadas en la primera etapa, mientras que Marchesín fue figura y salvó al equipo de Guillermo en el complemento. Maxi Velázquez calentó el partido sobre el final por un patadón al Mudo Ruiz, que desató un fuerte cruce verbal entre Peralta y Silva, que no pasó a mayores. El punto negativo de la mañana tuvo como protagonista a Goltz, quien salió en la segunda parte por una torcedura de tobillo derecho. En otro orden, los suplentes se volvieron a florear en segundo turno y superaron cómodamente 3-0 a sus pares del Calamar. ¿Los tantos? Walter Gómez en contra (tras centro de Junior Benítez), Pereyra Díaz y el Marciano Ortiz, luego de una asistencia exquisita de Blanco. Otra vez estuvo ausente Matías Martínez, quien será preservado en los encuentros de preparación que quedan por un golpe en la rodilla izquierda, la misma que el año pasado sufrió una operación de meniscos. La tercera prueba para el Grana será el miércoles, nuevamente a las 9 contra la Selección Sub 20 de Chile.

Sigue el maleficio en los amistosos 2014 para Lanús, que otra vez no pasó del empate contra un equipo de la B Metropolitana. Ahora el verdugo fue Platense, que planteó un partido de igual a igual en la cancha Nº 5 del Polideportivo (no se jugó en el estadio porque continúan las obras en el sector lateral y la zona del túnel). A diferencia del primer ensayo con Los Andes, en el Granate estuvieron Araujo y Silva, quienes se recuperaron de distintas molestias. Con esta disposición tradicional, Ayala regresó a la mitad de la cancha en lugar de Ortiz y el Pelado desplazó a Blanco, quien venía de marcar un doblete ante el Milrayitas.

En los 20 minutos iniciales prevaleció la paridad, aunque a Lanús le costó acomodarse en el terreno y el equipo del Gallego Méndez sacó provecho con una presión intensa y la lucha como estandartes. Así llegaron las primeras aproximaciones del Calamar, que inquietó con un cabezazo desviado de Matos y un tiro libre de Vega que contuvo Marchesín en dos tiempos. De a poco fue creciendo el Grana, que hizo circular el balón con más criterio y empezó a encontrar espacios a espaldas de los laterales. En el poco ortodoxo rol de enlace, Silva se vistió de asistidor en las dos chances más claras del local: primero dejó solo a Melano cara a cara con Flores, pero el uno le ganó el duelo al cordobés; y luego desbordó por izquierda para que el ex Belgrano la tenga que empujar, pero ni él ni el Pulpo González pudieron culminar la jugada. En el último tramo, el conjunto de Guillermo probó con remates de media distancia, aunque otra vez chocó contra la firmeza del arquero uruguayo, ex Granate, quien desvió un tiro libre con rosca de Maxi Velázquez y atenazó un zapatazo del Tanque.

Luego de un breve descanso, Lanús entró dormido a jugar el complemento y Platense casi lo madruga. Ahora el responsable de que el partido mantenga el cero fue Marchesín, que en un minuto le ahogó el grito a Melivillo tras un cabezazo a quemarropas y también voló contra su palo izquierdo para rechazar un derechazo que pedía ángulo del Mudo Ruiz. Pasó el sofocón y lo equilibró el Grana con dominio de balón, más allá que le seguía faltando claridad para entrar al área calamar. Lo único digno de mencionar fue un disparo de Ayala, alto y desviado. Nada más por parte del reciente campeón de la Sudamericana, dos categorías por encima a su rival, que terminó convirtiendo a Marchesín en figura. En los últimos dos avances, el uno granate se lució gracias a una atajada con mano cambiada después de un frentazo de Víctor Meza y también se hizo gigante en un mano a mano que le tapó a Patricio Rodríguez. 

Además de las buenas intervenciones de los arqueros, el partido se jugó con mucha pierna fuerte y por momentos se sacaron chispas. La muestra más clara ocurrió a los 22 minutos, cuando Velázquez atendió a domicilio a Pablo Ruiz. Todo comenzó con una leve infracción previa del lateral en ataque, que fue sancionada por Derevnín y desató la ira del defensor granate. A la jugada siguiente, Maxi le entró durísimo al Mudo en la línea media y vio la tarjeta amarilla. Pero no quedó ahí: Peralta, capitán de Platense, copó la parada para defender a su compañero y, con pocas pulgas, Silva intercedió. Por suerte no pasó a mayores y quedó como una simple anécdota de un ensayo poco amistoso.