Fiel a su estilo, el Laucha se expresó sobre la salida del Pepe Sand y la conformación actual del equipo, pero a la vez admitió que él “se hubiese quedado de todas formas” si se le hubiese presentado esa situación. Su figura, cada vez más gigante.
A diferencia de los últimos años, Lanús atraviesa un momento de poca calma y muchas inquietudes. Es que, con la salida de dos de sus máximos referentes del plantel (José Sand y Maxi Velázquez) y el retorno de la Superliga a la vuelta de la esquina, el Grana vive esta incertidumbre con un as bajo la manga: Lautaro Acosta.
No caben dudas de que a ningún hincha Granate le alegró la noticia de que uno de los máximos goleadores del club elija otro destino para continuar su carrera. Con la ausencia del Pepe, el subcampeón de América no sólo ha perdido al último goleador de la Copa Libertadores, sino que también su poderío en ofensiva se ha visto gravemente deteriorado. Parece ser el gran desafío para Ezequiel Carboni el de encontrar su sustituto. Y así lo entiende el Laucha, quien en una entrevista con Closs Continental (AM 590) expuso: “Va a ser difícil reemplazar a Sand por todo lo que significa en el club y la marca que ha dejado. El Pepe jugaba como un ídolo, con confianza, y eso es lo que transmitía al equipo; pero los que han quedado tienen la idea de juego de Lanús y deben manifestarlo en los partidos”.
Sin embargo, el nacido en Glew no se guardó nada y dejó sentada su postura si a él mismo se le habría presentado esa situación contractual. El siete bravo del Granate, reafirmando su carácter de ídolo indiscutido, manifestó que, al contrario de lo decidido por Sand, “se hubiese quedado en Lanús de todas las formas”. Clarito.
Más allá de las dudas alrededor del equipo, Acosta sostuvo que “no se está pasando por una etapa de transición” y ve con buenos ojos el futuro de su querido Lanús, confiando en que se va a armar un plantel competitivo para afrontar todos los certámenes del semestre que se avecina. “Más allá de los nombres que se han ido, hay buenos reemplazos”, concluyó el Laucha.
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