ESA ESTRELLA ERA MI LUJO

Una nueva final, otra frustración. El Granate no pudo contra el Kashiwa y dejó pasar una chance inmejorable de poder agrandar sus vitrinas y sumar la cuarta estrella. Panorama complicado, comienzo para el olvido.

patrada

“¿Era todo?, pregunté”. Sí, lamentablemente fue el punto final de esta travesía en Japón. Distintos escenarios que inflan el pecho de orgullo. Que quizá eran difícil imaginar. Pero el mismo desenlace. Triste, con gusto a nada. Jugando bien, mal o peor. ¿Qué más da? Como dice la historia, muy pocos recordarán a los segundos. Los trenes pasan y la realidad muestra que en este 2014 nos están pasando por delante a toda máquina. Tres de tres, cero negativo. Ni Recopa, ni Copa Argentina… Ni mucho menos Suruga. Nos quedamos con las manos vacías. Tampoco hubo Clausura, ni  Libertadores. ¿Quedará resto anímico para el torneo local y retener el título Sudamericano? A este ritmo, con estos rendimientos y condimentos resulta muy complicado mostrar una mueca de optimismo.

“Mordí el anzuelo, una vez más… Siempre un iluso”. Volvemos a la raíces. Nos acostumbramos a no dar ese último saltito que nos puede hacer mucho más grandes de lo que somos. Seguimos siendo el famoso “casi” que no te lleva a nada a la larga. Tal cual pasó en el 97, como así también en el Mineirao hace pocas semanas. Tanto hablamos de sumar estrellas que al final terminamos estrellados. El sueño de que este segundo semestre quedé guardado en la historia grande se volvió una pesadilla. Será el momento adecuado de replantearse maneras, formas, estrategias, actitudes, ganas… Todavía queda tiempo. Y como dicen Los Piojos, “Todo Pasa”. Dale, no llores. Levantate. Acordate del escudo, Granate. “Mi único héroe en este lío”.

COMENTARIOS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

POSICIONES

Somos sitio recomendado por

NOS APOYAN: