El plantel arrancó la semana más importante de la temporada a la espera del partido del viernes en San Juan ante Boca por la Copa Argentina. Tras la derrota del sábado con Vélez, y una mala racha que no puede cortarse en el medio, Guillermo deberá armar el mejor equipo posible para conseguir la clasificación.

El momento quizá no es el adecuado para un partido tan trascendental como el que se viene. Las circunstancias no acompañaron en el último mes y monedas en los cuales no se pudo ganar por ninguna de las vías o competencias posibles que fueron apareciendo en el camino. El 3 a 1 con Crucero en Misiones, allá por 5 de septiembre, fue la última alegría Granate, y partir de ahí comenzó una sequía preocupante con derrotas que duelen como la del clásico en casa ante Banfield y la eliminación por penales de la Sudamericana. Pero eso forma parte del pasado, y lo que importa ahora es el presente. El viernes, a las 19 Lanús se juega todo frente a Boca en el encuentro correspondiente a la semifinal de la Copa Argentina en la Provincia de San Juan. Linda chance para hacer borrón y cuenta nueva. Total, soñar no cuesta nada.

Esta mañana, y luego del sabor amargo que dejó el remate final del Turquito Asad para decretar el 0-1 con Vélez, el plantel regresó a los entrenamientos para arrancar la semana más importante de la temporada a la espera del choque con el Xeneize. Guillermo deberá tomar nota detenidamente para evaluar qué equipo poner en cancha ya que salvo casos puntuales, hay pocos futbolistas que hoy en día sean inamovibles.

En defensa, Maximiliano Velázquez y Gustavo Gómez tienen el lugar asegurado. No es el caso de Carlos Araujo, quien en las últimas fechas fue intercambiando su puesto con Víctor Ayala, ni de Diego Braghieri (llegaría con lo justo por un desgarro, por ese motivo viene jugando Facundo Monteseirín). En el medio, Fritzler y Román Martínez también serán de la partida. El puesto vacante viene siendo ocupado por Nicolás Aguirre, aunque en caso de que Ayala juegue hay que ver en qué posición lo haría por lo explicado anteriormente.

Arriba, todo es un dilema. Lautaro Acosta es el único que tiene el puesto asegurado. Por los extremos, Miguel Almirón saca ventaja por sus condiciones, aunque Sebastián Leto viene sumando minutos desde el inicio y de buena manera (aunque esté lejos de todo su potencial). Podría hacerlo por afuera como también por adentro ya que Sergio González anda con la pólvora mojada. Oscar Benítez daría la impresión que tiene un pie y medio en el banco de suplentes.