“Perjudica el exitismo que todos queremos”

Segunda parte de la interesante charla que mantuvo Jorge Almirón con Lanús 2000. El entrenador del Granate, entre otros temas, habló de las dudas que le generaron regresar al equipo luego de una primera etapa inolvidable. “Uno no quiere tocar nada, querés dejar el recuerdo intacto, y en esta profesión todos los procesos son diferentes. Siempre se reconoce el triunfo lamentablemente”, expresó. Más de lo que dejó la palabra del técnico, en esta nota de FG.

Almirón escucha atentamente cuando Fernando Babor, histórico periodista de Lanús 2000, elabora la pregunta. No se pone el cassette, parece duro, algo tímido, pero responde abiertamente y de forma sincera. Cada palabra, cada detalle que da, resulta imposible de no prestarle atención. Sobre todo, cuando se refiere a su anterior paso por el club.

“A veces te toca estar en el lugar indicado y las cosas van fluyendo. Las cosas se dieron así en su momento. Se fue dando todo, lo disfrutamos mucho. Uno no se da cuenta que todo pasa muy rápido. Hubo mucha gente que se perdió de ver a ese equipo, de ver a Miguelito Almirón, por ejemplo. Ese equipo era para disfrutarlo, tenía una idea de juego”, comenta detenidamente. Y agrega, claro, cuando le consultan si eso lo llevó a dudar de pegar la vuelta en este nuevo período que está comenzando: “Claro que sí. Uno no quiere tocar nada, queres dejar el recuerdo intacto, y en esta profesión son todos los procesos son diferentes. Siempre se reconoce el triunfo lamentablemente”.

La charla va por diferentes horizontes. Pasa por sus experiencias fuera del país, cuenta con lujo de detalles su vida en los Emiratos Árabes, una experiencia fuera de lo común para cualquier persona. Haber dirigido en España, y su paso por San Lorenzo. Pero le cambia la cara cuando vuelve a mencionar a Lanús.


Afirma no haber vuelta a ver la Final de la Libertadores de 2017, pero también relata cómo vivió la goleada del Monumental ante San Lorenzo, el título y que le pasaba por la cabeza en esos momentos: “Cuando le ganamos a San Lorenzo 4 a 0, estábamos festejando adentro de la cancha y yo ya estaba pensando en que había jugadores que se me iban a ir. Se te olvida festejar. Pensaba en cómo reemplazarlos. La Final de la Libertadores no volví a verla, me costó muchísimo. Los jugadores estaban en un gran momento, teníamos experiencia y físicamente estaban bárbaros. Hasta ellos estaban sorprendidos de las cosas que fueron logrando. Les tenía mucha confianza antes del partido, después siempre hay que demostrar”.

Por otro lado, Almirón también valora el trabajo que se hizo en el club previo a su segunda llegada. Argumenta por qué vino a ver al Grana en varias oportunidades, y respeta por demás a sus colegas que tuvieron que agarrar a un equipo con muchos juveniles y poner la cara luego del tricampeonato, cosa nada sencilla.


“Vine varias veces en estos años a ver a Lanús, entendía los momentos de los entrenadores que les tocaba dirigir. Es normal el bajón, se vendieron muchos jugadores. El exitismo que queremos todos perjudica, todo proceso necesita tiempo. No es fácil trabajar sabiendo que la gente solo quiere ganar. Los jugadores necesitan muchos partidos para asimilar el juego y responder mejor, y también dependes de los resultados. Empiezan las urgencias, es difícil, pero normal”.

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