Santiago Silva se refirió a su flojo presente y a la sequía sin podes marcar que arrastra. «Si tuviera 24 o 25 años te diría que estoy re caliente. No me ha tocado convertir, pero sigo trabajando el doble, aseguró el delantero uruguayo.
Son rachas. Esos momentos en los que no te sale ni sin querer. Ni la más difícil, ni la más fácil. El mejor ejemplo fue lo sucedido el último encuentro frente a Quilmes: el Tanque tuvo dos situaciones inmejorables para poder quebrar esos 56 días sin poder mojar y no pudo. Sigue peleado con el arco en un 2014 con muy pocas alegrías. Es que para un goleador de la altura de Santiago Silva, el hecho de haber marcado nada más que cinco tantos es mucho menos de lo que él mismo se esperaba. Mucho más si uno hace memoria y se acuerda del primer semestre con la 9 Granate a fines del 2013 en donde el uruguayo de 33 años marcó diez tantos y fue clave en la obtencion de la Copa Sudamericana.
Lamentablemente, su presente dice todo lo contrario. Relegado desde hace un par de fechas al banco de suplentes y sumando minutos a cuenta gotas ingresando como relevo en los segundos tiempos, el delantero charrúa no puede sacarse la mufa desde el 24 de julio. En aquella oportunidad, había adelantado a Lanús anotando el 2 a 1 frente al Mineiro por la Final de la Recopa. Sobre toda esta historieta en cuestión charló Silva este mediodía con América & Closs expresando lo que le pasa por la cabeza en este momento de sequía. «No me gusta estar en el banco, pero me toca, y el equipo está en un buen nivel. Si tuviera 24 o 25 años te diría que estoy re caliente. No me ha tocado convertir, pero sigo trabajando el doble», manifestó el Pelado, quien al mismo tiempo se esperanzó imaginando su posible ingreso el domingo ante el Millonario: «Si me toca entrar contra River, trataré de convertir, es lo que tengo que hacer».