Otro milagro en Lanús. Sobre la hora, como ante San Pablo, apareció Nicolás Orsini para darle el triunfo 1-0 por la mínima frente a Talleres, en un partido chato y con escasas situaciones de gol, para dejarlo con vida en el Grupo 4 de la Copa Diego Maradona. El equipo de Zubeldía definirá su suerte ante Newell’s, eliminado, en Rosario.
Por cómo venía el desarrollo global del partido, y sobre todo los últimos minutos de juego, con la expulsión de Bernabei a cinco del final, era impensado imaginar un desenlace positivo. Lanús no jugó bien, generó poco y nada, y si bien en el complemento insinuó emparejar, aunque sea un poco el partido, por medio de algunas variantes de Zubeldía, Talleres siempre fue más.
Pero si hay algo que rescatar de este equipo es la entrega y nunca darse por vencido. Pasó en San Pablo hace algunas semanas y volvió a pasar contra los cordobeses. Y con el mismo héroe, quien al igual que el resto de sus compañeros, no había tenido una buena noche. Sin embargo, en la última bola no dudó y la clavó junto al palo más lejano de Caranta para dejar más vivo que nunca al Granate, con serias chances de meterse en la Fase Campeonato. Para eso, claro, deberá ganarle a un Newell’s ya eliminado en Rosario, sin importar lo que pase entre Boca y Talleres, en Córdoba.
Volviendo al partido, el primer tiempo fue un fiel reflejo de la noche. Trabado, chato y con pocas llegadas. La T de la mano de Fragapane, Pochettino y el colombiano Valoyes daba la sensación de peligro cada vez que pasaba la zona del mediocampo Granate. Logró profundidad en más de una ocasión, pero sin peso en el área todo le costó demasiado. Y lo que podían ser llegadas claras terminaron en aproximaciones sencillas de resolver para el bueno de Lautaro Morales, a quien cada vez que le tocó, respondió correctamente. Del lado del conjunto local, puro empuje y barullo para poder insinuar algo contra Caranta. No hubo ideas, ni juego asociado. La única chance la tuvo Sand tras un tiro de esquina, pero Enzo Díaz le ahogó el grito anticipándolo abajo del arco.
En el complemento, Zubeldía cambió algunas piezas y también de esquema, y si bien tuvo síntomas de mejoría, nunca pudo cambiar el chip. Con la salida de Sand, Orozco nunca supo estar a la altura y Acosta con Orsini no lograron encontrar su lugar en la cancha. Incómodo, otra vez, Lanús sufrió cada vez que Talleres lo atacó. Pero fue la misma historia, a la T le faltó el punch final adentró del área para cerrar un partido que parecía que podía ganarlo en cualquier momento. Más aun, cuando faltando cinco para el final, Herrera expulsó a Bernabei.
El Grana quedaba expuesto, desordenado y con un pie afuera. Pero sobre la hora, surgió el milagro. Lucas Vera, de buen ingreso, la punteó en el borde del área y Nico Orsini no perdonó. Derechazo cruzado que dejó sin nada para hacer a Caranta. Y un grito desaforado del goleador con sus compañeros y cuerpo técnico que le permiten a Lanús soñar en grande con clasificar a la Zona Campeonato. Algo impensado.
Fotos: Pablo Villán