“Llevo mi camiseta de Lanús y los colores de mi barrio a donde voy”

Javier Parisi, más conocido como el Lennon de Lanús, recibió a FG en su casa para charlar largo y tendido, no sólo de su gran presente representando al ex Beatle por todo el mundo, sino de su amor por los colores Granates: “Lanús es mi vida. Es mi sangre, mi ADN, mi todo, con quien yo me emociono. A donde voy, soy de Lanús, soy Granate. Es mi lugar de pertenencia. El orgullo de mi equipo, ese club de barrio más grande de todo el mundo”, relata.

Conocida es la historia de Javier Parisi, quien se asentó el último tiempo como el Lennon de Lanús, no solo en la Argentina sino también a nivel internacional. Sin embargo, poco se sabía hasta ahora de su amor incondicional por los colores Granates. En una charla distendida con Fortaleza Granate en su hogar, se nota su pasión al hablar de Lanús en cada palabra o recuerdo de su infancia. Se emociona y siente orgullo de verdad cuando habla de “Su lugar y su equipo”.

Muestra sus tesoros más preciados relacionados a su amor por el club, el cual relata que viene de herencia de su abuelo y su madre -Julia, casualmente como el nombre de la madre de John-, ya que su padre, sorpresivamente, es hincha de Banfield, aunque aclara: “Siempre me llevó a ver a Lanús a pesar de todo”. Y chicanea: “Siempre lo cargo, le digo que si quiere ver una Copa Internacional que lo invito a ver al Grana, je”. Se toma su tiempo para contar experiencias de pequeño, menciona la antigua cancha, imagina los tablones de madera, su idolatría por el ‘Moustro’ Marcelo Ojeda, ya que siempre jugó de arquero, y destaca haber sido testigo del crecimiento de la institución en estos años.


“Lanús es mi lugar, es mi sentido de pertenencia, es mi gente, donde yo me siento feliz desde muy chico. Y eso viaja conmigo, la camiseta y mi ciudad. Soy muy orgulloso de mi lugar. Allá son muy futboleros. Fui a ver Liverpool contra el Arsenal, y me preguntaban mucho por el escudo de Lanús. Les llamaba la atención, porque decían que parecía como una flor, es muy particular y pintoresco. Para mí, significa mucho porque es poder mostrar de donde soy. A dónde voy, llevo mi camiseta de Lanús y conmigo los colores de mi ciudad, mi barrio, mi gente”.

No se pone el cassette, como se dice habitualmente. Javier es fanático en serio. Sonríe tímidamente cuando señala la camiseta firmada por todo el plantel de Lanús que resalta el living de su casa. Donde no hay un rincón que no sea de los Beatles, hay algo del Grana. “Lanús en mi vida. Es mi sangre, mi ADN, mi todo, con quien yo me emociono. A dónde voy, soy de Lanús, soy Granate. Es mi lugar de pertenencia. El orgullo de mi equipo, ese club de barrio más grande de todo el mundo. Estoy de gira y miro los partidos a la madrugada. Yo pienso en Lanús y me pongo de buen humor, y eso va más allá de los resultados. Siempre voy a estar ahí”.

“Pepe Sand y el Laucha Acosta son personas que están en otro nivel. Uno ya tiene su estatua, el otro debería tenerla, no sé si en la tribuna o al lado de la del Laucha… arriba de un caballo, el Pepe, y que diga “se vacuna a domicilio”. Villagrán es otro ídolo que nosotros vimos, o la Urraca González. Daban todo por el club”.


Rememora el ascenso con Miguel Ángel Russo como algo clave que nunca se borrará de su memoria: “Eso me marcó, me acuerdo de que en ese día empecé a sentir enserio ese sentimiento que se lleva en la sangre”.

Reflexiona sobre cómo con el correr de los años, el club se fue transformando hasta llegar a lo que es hoy en día y resalta: “Yo vi todo el proceso de Lanús, y cuando notás este crecimiento… A veces hay malas rachas, pero hay que saber esperar, ser paciente. Lo relaciono con mi vida. Me hubiese gustado tener lo que logré hoy a los 20, pero llegan cuando estás preparado y tenes la experiencia suficiente para hacerlo. Hoy Lanús está donde está gracias a tanto esfuerzo. Hoy te paran en cualquier parte del mundo y reconocen tu camiseta y el orgullo es muy lindo. Sos internacional. El mejor lema que podemos tener es que somos el club de barrio más grande el mundo. Es así, no tengo dudas”.

Saliendo de su vida como Javier, también vale la pena hablar de todos sus logros en el aspecto profesional, como Lennon, claro. Se prepara para dar una gran gira por Europa hasta fines de julio y también para el estreno de su primera película producida en la Argentina: “Lennons”, una comedia que se estrenará en los cines en septiembre de este año, dirigida por José Cicala y protagonizada por Gastón Pauls y Luciano Cáceres, entre otros apellidos conocidos.


También recuerda sus inicios relacionados al amor hacia los Beatles a fines de los 80′, cuando a sus ocho años los escuchó por primera vez. “Fue a través de una cortina musical de un programa de Pinky, anochecer de un día agitado… Me marcó para siempre. Empecé a estudiar inglés y guitarra por ellos, compraba discos, libros y mandaba cartas para pedir información de este grupo que tanto me llamaba la atención. Costaba todo mucho más que ahora, claro”, admite.

Ya de adolescente, cuando sus compañeros del colegio Piedrabuena de Lanús le empezaron a decir que se parecía a Lennon, sin que él se diera cuenta, arrancó esta loca aventura que varios años después le permiten vivir un sueño que cada día crece más, homenajeando nada menos que a John en distintas partes del mundo. “Ensayábamos con amigos de barrio. Mis viejos salían a caminar por horas para que podamos hacerlo, je. En 2009, viajé a Inglaterra y pensé que era lo máximo que podía lograr”, confiesa. Claro, nunca imaginó que diez años después iba a convivir tres meses con familiares y allegados íntimos del propio Lennon en Liverpool.

COMENTARIOS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

POSICIONES

Somos sitio recomendado por

NOS APOYAN: