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| Esperanza viva. GBS se ilusiona con pelear los dos frentes. |
Guillermo Barros Schelotto elogió a sus dirigidos tras la remontada épica en Floresta, con un inolvidable 3 a 2 ante All Boys que lo deja en carrera por el título. “Uno puede enojarse, reaccionar o hacer algún cambio táctico pero el mérito es de los jugadores, que demostraron la ambición por dar vuelta el partido. Hicimos un segundo tiempo excelente y justificamos el resultado”, ponderó el técnico de Lanús, quien también avisó que la actuación de la primera etapa no puede repetirse el jueves en Paraguay. “Dimos demasiadas ventajas, estuvimos desconcentrados y perdimos el rumbo, el objetivo que teníamos de ganar. Nos da fuerza como equipo saber que podemos cometer un error y solucionarlo, pero en una semifinal de Copa no vamos a tener esa posibilidad”, señaló tajante. Asimismo, el Melli confesó que es el mejor momento desde que está en el Grana. “Estamos peleando en los dos frentes. Venimos jugando bien y estamos firmes como equipo. Pero todavía no hemos ganado nada. Sí logramos convencer a los jugadores que se puede llegar al triunfo a través del buen fútbol y siendo ofensivos. El juego nos permite ser optimistas de cara a lo que viene”, se ilusionó. Por otro lado, GBS habló del ingreso decisivo de Ortiz, si fue difícil sacar a Balbi en el entretiempo, el aporte goleador de Silva y si son serios candidatos a quedarse con el Inicial. “Dependemos de los resultados de los demás porque necesitamos que Boca, San Lorenzo y Newell´s pierdan al menos un partido más. Si ganan todos los que están arriba vamos a seguir con la misma distancia y con una fecha menos por jugar”, razonó.
-¿Cómo fue la charla del entretiempo para que el equipo muestre otra cara?
Fue mérito de los jugadores, más allá de lo que uno pueda hablar en el entretiempo. La rebeldía que tuvieron para salir a jugar el segundo tiempo fue muy buena. Ya desde el inicio se veía otra actitud; iban cinco minutos y no sólo habíamos pegado un tiro en el palo (de Pereyra Díaz), sino que también teníamos acorralado a All Boys en su área. La verdad que el primer tiempo fue muy malo, porque dimos demasiadas ventajas, estuvimos desconcentrados y perdimos el rumbo, el objetivo que teníamos de ganar. Hasta ahí el 2 a 0 era justo. Por suerte se abrieron los caminos para darlo vuelta, pero en una semifinal de Copa no vamos a tener esa posibilidad.
-¿Por qué jugaron tan mal en el primer tiempo?
Es una cancha que evidentemente nos cuesta jugar. Me quedo con lo que hicimos en la segunda etapa, que fue excelente. Ahí justificamos el triunfo. Uno puede enojarse, reaccionar o hacer algún cambio táctico, pero los responsables de este resultado son los jugadores. A aquellos que les tocó estar en ese momento demostraron que Lanús tenía ambición de ir a ganar el partido y por suerte lo logramos.
-¿Fue una decisión complicada tener que sacar a Balbi en el entretiempo?
Uno no acusa a nadie del 2 a 0 en el primer tiempo, todo lo contrario. Estoy para tomar decisiones y buscar lo mejor para el equipo; no pienso en nada ni nadie más allá del bien de Lanús. Tuvimos que cambiar varios jugadores antes del partido por suspensiones o lesiones y no lo sentimos, sobre todo en el segundo tiempo.
-Todos los goles vinieron de jugadas elaboradas, como en el primero que hubo 13 toques antes del remate de Silva.
Sí, en el segundo tiempo movimos bien la pelota. A uno le gustaría sostenerlo durante los 90 minutos, pero me voy conforme con la reacción y la actitud del equipo.
-¿Fue clave el ingreso de Ortiz para tener más juego en el medio?
Sí, pero sería injusto destacarlo a él y no nombrar a los otros diez jugadores que estaban en la cancha. Todos se esforzaron y jugaron muy bien. Es difícil encontrar una figura, más allá que muchos elijen a Silva por los dos goles. La defensa estuvo impecable, casi no nos patearon al arco. Tanto Pasquini como Ayala pasaron permanentemente al ataque y generaron espacios. El Laucha (Acosta) entró e hizo un gol. Jorge (Pereyra Díaz) tuvo un tiro en el palo y un mano a mano que se le va desviado por poco. Todas esas situaciones nos acercaban al arco de All Boys y nos generaban expectativas de poder darlo vuelta.
-Insististe en pedir a Silva y hoy te está respondiendo con goles.
El Tanque es un jugador muy importante, no sólo por lo que hace en la cancha sino por la actitud que contagia a todo el plantel.
-¿Qué importancia tiene este triunfo para el sprint final de campeonato?
Muchísima, fundamentalmente en lo anímico. Nos da fuerza como equipo saber que podemos cometer un error y solucionarlo, así como llegar con más ánimo al partido del jueves por la Copa. Pero también es un aviso de que podemos perder si no estamos concentrados y jugamos al 100% de nuestras posibilidades.
-¿Demostraron que son serios candidatos al título?
Es difícil dar vuelta un partido así y hacer tres goles en un tiempo. Lo logramos y eso es muy meritorio de este equipo. Pero la realidad es que también dependemos de los resultados de los demás. Necesitamos que Boca, San Lorenzo y Newell´s pierdan al menos un encuentro más. Si ganan todos los que están arriba vamos a seguir con la misma distancia, aunque con tres fechas por delante en vez de cuatro. Trataremos de seguir descontando el próximo domingo con Gimnasia y después se nos vienen Boca y Newell´s. Esperemos llegar a esos últimos dos partidos con chances y que podamos depender de nosotros.
-¿Creés que merecen ser campeones?
Fuimos de menor a mayor y mantuvimos una regularidad en el juego, no así en el resultado. Perdimos tres partidos seguidos en la mitad del torneo que no sé si fue justo. Lamentablemente estamos pagando esos puntos ahora…
-¿Es el mejor momento de Lanús desde que asumiste como técnico?
Sí, estamos peleando en los dos frentes. Venimos jugando bien y estamos firmes como equipo. Pero todavía no hemos ganado nada. Sí logramos convencer a los jugadores que se puede llegar al triunfo a través del buen fútbol y siendo ofensivos. Todo eso se busca complementar con el resultado. Por eso trataremos de conseguir algo de lo que estamos peleando. El juego nos permite ser optimistas de cara a lo que viene.
Por Bruno Russo
