Un día como hoy pero de 1915 nació el Club Atlético Lanús, que conmemora un nuevo aniversario de vida con seis estrellas. Por la tercera ola de la pandemia de Covid-19, no se realizará el tradicional brindis en el Polideportivo. Un breve resumen de la fundación del Grana, acá.

Un día como hoy, pero de 1915, el Club Del Progreso, que por entonces no practicaba el deporte de los ingleses locos, y el Lanús United, situado en lo que hoy es Margarita Weild y Deheza, se unificaron para darle vida al Club Atlético Lanús. Por entones, una entidad social nacida para que sus socios desarrollaran actividades atléticas como criquet, tenis, natación, aviación, ciclismo, tiro al blanco y, por supuesto, fútbol, el deporte que venía del viejo continente y que estaba de moda entre los jóvenes de la época.

En tanto, la Comisión Directiva de la flamante asociación civil, presidida por Miguel Usaray, instaló la secretaría del club en pleno centro de la ciudad, más precisamente, donde actualmente se cruzan las calles 9 de Julio y Oncativo. Establecida la comitiva y trazados los objetivos que perseguiría la institución, sólo restaba diseñar el escudo y elegir el color que representaría a su afición a lo largo y ancho del país.

Fueron los arquitectos Carlos Pointis (FOTO) y Juan Messeguer quienes trazaron el emblema que lo diferencia de las vulgares divisas del resto de las escuadras. Con relación al tinte, hay dos versiones antagónicas y poco emparentadas: la primera revela que el color granate fue elegido para distinguirse de los tonos monótonos que vestían las demás entidades, entre los que resaltaban el rojo, verde, blanco y azul. Por otro lado, algunos nativos sostienen que el colorido deriva de la ciudad española Pontevedra, lugar de nacimiento de algún miembro de la dirigencia y hospedadora del club que lleva el mismo nombre.

Lo concreto es que, en los primeros años, los jugadores de Lanús tuvieron que arreglarse con unas camisetas rojas, con puños y cuellos blancos. Según cuentan los habitantes más antiguos de la ciudad, el Grana lució esa casaca durante poco más de una década.

Felizmente, la injusticia se terminó en 1928, cuando Juan Rossetto, integrante de la CD, viajó personalmente a España con el fin de traer la indumentaria que habían imaginado en los primeros años de vida. Listo. Solucionado ese incoveniente, ahora sólo faltaba construir un estadio propio ya que, en ese entonces y ya desempeñándose en la máxima categoría del Amateurismo, se utilizaba la vieja cancha del Lanús United, ubicada en Margarita Weild y Deheza. La Fortaleza, como se la conoce desde la década del 90, llegaría recién el 24 de febrero de 1929, ubicándose a varios metros del estadio antiguo. Finalmente, la mole de cemento terminó de edificarse a principios del siglo XXI. Aunque actualmente, y cada vez con más frecuencia, es protagonista de una serie de transformaciones edilicias que no dejan de deleitar a sus hinchas.

Con respecto al carácter deportivo, el fútbol junto con el tenis eran de las pocas actividades que sustentaban los gastos de la institución. Como toda entidad que en ese tiempo salía del útero, Lanús arrancó en la segunda categoría del deporte británico. Sin embargo, y contra todos los pronósticos, el equipo, que en los primeros años mantuvo la base del United, logró en 1919 el ascenso a Primera División tras derrotar a Argentino de Quilmes.

Ya establecido en la elite futbolera de la época, el Grana zafó el primer año y se colocó undécimo por sobre trece elencos. Así, alternando buenas con malas, se mantuvo en Primera y adquirió la experiencia necesaria para alcanzar en 1927 un tercer puesto, por detrás de Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro. Gracias a la regularidad que sustentó en las temporadas que se avecinaron, y también a la buena decisión de la Comisión Directiva, claro está, Lanús formó parte de los 18 equipos que dieron vida al Profesionalismo y pusieron fin al amateurismo marrón. 

De esta manera, comenzaba una de las etapas más ricas de la historia de nuestro querido Club Lanús que, a pesar de vivir ciertas injusticias que atentaron contra su existencia, supo sortear todo tipo de obstáculos y sostenerse por muchos años en la categoría más importante del fútbol argentino.

Hoy, a 106 años del puntapié inicial, el Grana atraviesa un gran presente desde lo deportivo y económico, con seis títulos en las vitrinas y la posibilidad de sumar uno más este mes de enero, en semifinales de la Copa Sudamericana y a tres partidos de una eventual estrella. ¡Feliz cumpleaños, Lanús!