Lanús consiguió un valioso punto en su visita a la Bombonera. Arrancó perdiendo y jugando mal, y el panorama no era para nada alentador. Sin embargo, se acomodó y logró la igualdad de la mano de José Sand y el famoso VAR. Y a partir de ahí, incluso pudo haberlo ganado. Cerca del final, Matías Pérez tuvo el triunfo con un remate de media distancia que se estrelló en el palo. Si bien sigue último, pareciera que de a poco el equipo de Almirón va encontrando el camino.
El empuje de Aguirre por derecha, y de Acosta por izquierda, fueron estandartes de una levantada que pintaba bien y terminó mejor. El Laucha habilitó a Café, García se lo llevó puesto (no vio ni tarjeta amarilla, insólito), y Sand desde una posición insólita y sin ángulo, marcaba con suspenso el 1 a 1. Tuvo que esperar unos minutos para poder festejar, pero post chequeo del VAR, el Pepe lo gritó con todo. El último tramo fue de ida y vuelta, con un Lanús mejor parado y al borde del segundo. El Flaco López, sobre el cierre, metió un enganche de película, pero no pudo con el arquero Xeneize.
En el complemento, el local nunca se sintió cómodo y el equipo de Almirón, de contra, siempre estuvo al filo de quedar de cara al triunfo. Facundo Tello prefirió mirar para el costado cuando tuvo que sacarle la segunda amarilla a Campuzano o al Marcos Rojo, lo cual hubiese cambiado el trámite del segundo tiempo. Lanús probó con distintas variantes, pero nunca encontró profundidad para poder lastimar a Boca. La más clara, estuvo en los pies de Matías Pérez, quien de media distancia, estrelló un buen remate en el palo derecho de Javier García. ¿Hubiese sido justo? Quizá. Por su parte, el equipo de Battaglia (que terminó pidiendo un penal de Ángel González que no fue) insistió sobre el cierre con centros y un remate de Molinas que controló el 1 Granate.
Más allá de un último puesto que no quiere nadie en Lanús, se nota un crecimiento futbolístico y anímico del equipo de Almirón en sus últimas tres presentaciones. Sin minutos de Valeri todavía, sin Malcorra y con Belmonte y Bernabei entre algodones pensando en el partido del miércoles ante Rosario Central, pareciera que el barco de a poco sale a flote. Sin dudas, que esta es la actitud.