No te pierdas el momento preciso en el cual Matías Pérez puso de cabeza el gol de la victoria. Y claro, toda la fiesta y desahogo de la gente del Grana.
La historia, esta vez sí, tuvo final feliz. Costó. Un montón, es cierto. Pero se festejó. El partido no fue para nada vistoso, todo lo contrario. Pero a la gente solo le importaba ganar y romper el maleficio. Fue todo difícil, como de costumbre. Pero valió la pena, porque la alegría del final del encuentro fue para guardar en un cuadrito. La gente, los jugadores, todos, se fueron felices. Como antes. Como debería ser siempre, o la mayoría de las veces.
Hubo de todo. Aliento, para empezar y acompañar por momentos del partido. Buen número de hinchas en la Fortaleza, mucho más sabiendo que fue domingo al mediodía y que se festejaba el día de la niñez. Pero claro, con el correr de los minutos, cuando el equipo parecía más perdido que encaminado, también hubo tiempos delicados. En la primera parte, el primer aviso de la gente que se coreó en toda la Fortaleza no se hizo esperar: “¡Ponga huevo! Y Grana ponga huevoooo!”, se escuchó como grito sagrado. Y eso no iba a ser nada en comparación con el complemento.
En el último cuarto, ya cuando se intuía que la cosa se ponía negra de nuevo, primero la ligó la CD. “La Comisión, la comisión…”, y sigue. Y más tarde, por primera vez en muchísimo tiempo, los insultos bajaron pero para los jugadores (no vale la pena mencionarlo). Sin embargo, todo terminó en paz. Centro de Orozco, cabezazo de Pérez sobre la hora, y triunfo.
No te pierdas los minutos finales del encuentro, con la jugada del gol y el festejo final con imágenes que no viste en ningún otro lado.
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