El equipo de Zubeldía jugó mal en la Bombonera y perdió 4 a 2 frente a Boca. Arrancó ganando cuando no lo merecía por el gol de Malcorra, pero el local rápidamente lo dio vuelta a tal punto de ponerse 3 a 1 arriba. Sobre el cierre, y gracias a la buena aparición del Pity Rodríguez, llegó al descuento en la cabeza de Braghieri. En tiempo de descuento, el Flaco López casi lo empata, pero lo liquidó Pavón por un penal inventado.
En la primera parte, Lanús hizo fácil lo difícil. Y luego lo hecho a perder, en un abrir y cerrar de ojos. Porque nunca entró en sintonía, prácticamente no tuvo la pelota en los 45 minutos, y así y todo, se pudo poner en ventaja. En una jugada aislada, quizá en la única acción en la cual salió limpio desde el medio por una buena maniobra de Belmonte, pase de González y desborde de López. Centro, anticipo de Malcorra y 1 a 0. Impensado, injusto. Pero ventaja al fin.
Sin embargo, no supo aprovechar el milagro. Se resguardó más que antes, pero nunca marcó, claro. Y así, tuvo su castigo. Centro de Cardona, y cabezazo en soledad de Weigandt. Empate, y panorama complicado. Boca de agrandó, y con poquito, logró darlo vuelta. Almendra, de media distancia, dejó sin respuesta a Morales y puso el 2 a 1.
En el complemento, el Grana no reaccionó. Y el Xeneize, en pocos minutos, no perdonó. Lo que se veía venir, pasó. Y enseguida, Vázquez dejó en el camino a Burdisso y dejó sin chances a Morales: 3 a 1.
Un equipo sin ideas, entregado y sin rebeldía, veía cómo pasaban los minutos sin tener una identidad de juego, depender de un pelotazo y esperar que el cuarto tanto del rival no se concrete para no pasarla peor. Zubeldía metió mano, mandó al campo a varios juveniles y entre ellos, uno de los más peques del plantel, le dio algo de esperanza. Sí, el Pity Agustín Rodríguez, quien se hizo cargo de agarrar la pelota, gambetear y buscar el arco de Rossi. De hecho, tras una buena jugada personal del juvenil, llegó el descuento. Enganche, centro fuerte al primer palo, y anticipo de Braghieri para el 3 a 2.
Faltaba poco para el cierre del encuentro, Lanús intimó a Boca y estuvo a tiro del empate. En tiempo cumplido, Lisandro López se jugó la vida ante el Flaco López y tapó lo que podía ser el 3 a 3 cuando el zurdo quedaba de cara al gol. De contra, y con un penal inventado por Echavarría, Pavón puso el 4 a 2 definitivo.