Diego González terminó con un fuerte golpe en el ojo izquierdo tras un tremendo pisotón de Uglessich en el empate o a o con O’Higgins. Sin embargo, a pesar del dolor que le causó y la herida que le quedó a la vista, el Pulpo le restó importancia y solo piensa en jugar el sábado con San Lorenzo.
“Fue una jugada fuerte del partido. El fútbol es para hombres… Hubo un empujón, me caigo hacia atrás y cuando estoy en el suelo veo que tengo al jugador encima mío. Lo único que hice fue cerrar bien fuerte los ojos porque ya tenía los botines en la cara. Lo único que recuerdo que cuando abro los ojos sólo veía del lado derecho. No sé si era porque estaba muy hinchado o por el golpe. Pero ya quedó atrás, ojalá pueda jugar el sábado y meter un gol de cabeza con ese lado de la cara, je”.
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