Las categorías menores de Lanús repartieron puntos con Independiente en la cancha auxiliar del Polideportivo. Después de una semana sin actividad por el Día de la Madre, los chicos granates obtuvieron cuatro puntos de nueve en condición de local. La Séptima mereció más pero igualó, la Octava necesitaba ganar para seguir arriba pero perdió un partido insólito y la Novena volvió a cantar victoria después de diez jornadas.

El calor pesó más

Lanús 1-1 Independiente

A la séptima de Egidio Acuña le tocó arrancar la serie frente al equipo de Avellaneda. El calor sofocante parecía que quería quedarse por el resto de la jornada. Un factor muy importante en el desarrollo del juego.

El arranque del partido fue excelente para el local. Al minuto de juego, tras una serie de rebotes, Kevin Cardozo fue el encargado, después de un lindo enganche, de fusilar al arquero del Rojo y darle la ventaja tempranera al Grana. Independiente no dudó en salir a buscar el empate y lo encontró a los 16, después de que Lucas Lezcano, con una definición exquisita por arriba, deje al arquero Cozzani sin chances de reacción. Así, el trámite se tornó de ida y vuelta. El equipo de acuña propuso juego y optaba por disparos de afuera del área. Gastón Lodico fue quien, cerrando la primera etapa, piso el área y remató cruzado. Muy cerca del palo derecho del arquero visitante.

En el segundo tiempo, Lanús entró decidido a dejar los tres puntos en casa. Aunque el partido había bajado su intensidad, el más claro fue el Granate, siendo punzante y transformando al arquero visitante en figura. La victoria pudo haber estado en los pies de Agustín Mansilla, quien mano a mano con el arquero disparó apenas desviado. Se escuchó el pitazo final y los muchachos dirigidos por Egidio se fueron con la impresión que dejaron todo y que por poco se escaparon dos puntos merecidos.

Les pusieron luz roja

Lanús 1-3 Independiente

Después del empate de la Séptima era el turno de la Octava de Sebastián Salomón. Los muchachos del Turco venían de empatar en uno con el puntero Boca y necesitaban volver a hacerse fuertes para seguir en la pelea por el título.

El Grana comenzó de muy buena manera y con el juego asociado como marca registrada de este equipo, que a los 12 encontró el desnivel en el marcador. Franco Méndez emprendió una jugada de baby-futbol con una pisadita de pie a pie y conectó un centro atrás con suerte de remate, que Sergio Barreto, defensor del rojo, se llevó por delante y transformó en un autogol. Lanús no se conformó con el 1-0 y fue en busca del segundo, que no llegó porque a Méndez le anularon un cabezazo al ángulo por estar en posición adelantada.

El segundo capítulo era todo del equipo de Salomón, que se floreaba con su circulación de pelota y su profundidad a la hora de atacar. Pero en una distracción llegó el empate del conjunto de Avellaneda. Mauro Molina conectó un golpe de cabeza para emparejar las acciones. Sin merecerlo, Independiente también lo dio vuelta, otra vez con Molina como protagonista. El once volvió a ganar en las alturas para el 2-1 y Nicolás Flores liquidó el pleito unos minutos después. Desconcertado, el Grana intentó pero no supo recuperarse del golpe que propagó la visita y así quedó bastante lejos de la lucha por el campeonato.

Volver a la victoria

Lanús 2-1 Independiente

Los pibes de la Novena, dirigidos por Guillermo Alonso, buscaban levantar el nivel después de diez fechas sin ganar. Ya con un sol incandescente, los pibes tenían una dura prueba para afrontar ante la categoría del Rojo que dirige Percudani.

Convencido y con actitud se vio a Lanús desde el primer minuto, protagonizando los avances iniciales. Como un cabezazo de Gastón Ramírez que impactó en el travesaño del arco visitante. Bautista Silva clavó el primero para el Granate: el volante eligió el primer palo y con una deliciosa definición de zurda no perdonó. El local dominaba el partido y el Rojo dejaba muchos espacios en defensa. Pero la visita, a pesar de dar ventaja, logró el empate a través de Alexis Gamarra. Empatados en un tanto se fueron al vestuario.

En el complemento se repartieron la tenencia. Con algunas llegadas esporádicas corrieron los minutos y el calor empezó a jugar una mala pasada a los chicos. Cuando parecía que el empate estaba firmado, los de Alonso volvieron a ponerse arriba en el marcador. Mauro García hizo uso de su velocidad y gambeta para dejar atrás a dos marcadores y sentenció el triunfo con un derechazo cruzado. Los ánimos se pusieron tensos ya que los chicos de Independiente, nerviosos por el resultado, empezaron a cruzarse en pelotas dividas con los de Lanús. Por suerte estas acciones no pasaron a mayores. El festejo post partido estaba cantado. La euforia y la felicidad por volver a los tres puntos se hicieron presentes, sumada a la ilusión de que el equipo jugó bien y ganó con claridad.

Los goles de la jornada ante Independiente (Lanús 2000)

Por Cristian Taboliere