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Entrega. Izquierdoz fue el mejor en el 0-0 con O’Higgins. |
Carlos Izquierdoz fue el punto más alto de Lanús en el empate 0 a 0 ante O’Higgins, por la primera fecha del Grupo 3 de la Copa Libertadores. Pese a jugar casi todo el partido con un golpe en la rodilla, el Cali se mostró impasable en el mano a mano e incluso empujó al resto con varios desbordes punzantes en posición de ataque. Como lo mejor del Grana se vio en la línea defensiva, en el podio también aparecen Paolo Goltz y Carlos Araujo. El capitán brindó la firmeza de siempre y salvó en el primer tiempo lo que era gol de Figueroa, mientras que el Pipi también aportó en ofensiva, por momentos casi como un extremo y además criterioso con la pelota. También se destacan la seguridad de Marchesín, la rebeldía de Ayala para probar de media distancia y el espíritu de lucha que ofreció Santiago Silva para contagiar a sus compañeros. A continuación, el puntaje con el análisis correspondiente de los once titulares y aquellos que ingresaron para sumar un punto en el debut copero.
Agustín Marchesín (6): garantía de confianza y seguridad debajo de los tres palos. En el primer tiempo tuvo poco trabajo y en la única que lo exigieron, a los 47, despejó al córner un tiro razante de Pablo Hernández. Apenas empezó el complemento salió rápido para atorar a Calandria, quien mano a mano definió por arriba. Y luego contuvo sin dar rebote dos disparos del ex Argentinos, el más movedizo del equipo chileno en ataque. No tuvo errores en un partido áspero.
Carlos Araujo (6): cumplió con su labor defensiva y fue salida constante por la banda derecha. Por momentos se paró como un extremo, sobre todo en el primer tiempo, cuando se mostró siempre como opción de pase para el Laucha Acosta. Criterioso con la pelota, a los 15 mandó un centro cerrado que casi se le escapa a Garcés, inseguro ante cada envío aéreo. Y también asistió a Silva, pero el uruguayo cabeceó desviado. Su única falla dentro de una actuación satisfactoria ocurrió sobre el final, cuando rechazó hacia el medio de cabeza y le dejó la volea servida a Hernández, que para su fortuna no tuvo puntería.
Paolo Goltz (6): brindó la firmeza de siempre en la zaga central y estuvo muy atento para anticipar cuando la visita intentaba jugar a sus espaldas y la de Izquierdoz. A los diez minutos salvó lo que era gol de Figueroa, después de un remate cruzado que ya había superado la estirada de Marchesín. En tanto, a los 20 del segundo tiempo se ganó la tarjeta amarilla tras una mala sesión del Cali, en donde no tuvo otra opción que derribar a Hernández al borde del área.
Carlos Izquierdoz (6,5): fue el mejor jugador de Lanús por entrega y temperamento. Desde los seis minutos jugó dolorido después de saltar a disputar una pelota con Calandria y caer mal, lo que le provocó un golpe en la rodilla. Y en el segundo tiempo también se lastimó el tobillo y terminó rengueando. Todo eso quedó a un lado a la hora de defender, ya que ganó siempre de arriba y se mostró impasable en el mano a mano. A los 12 del complemento fue indispensable con un cruce excepcional a Calandria, quien de lo contrario se iba derecho al arco de Marchesín. Como si esto fuera poco, el Cali empujó al resto de sus compañeros en ataque con varios desbordes a la salida de córners o tiros libres. Un león. Maximiliano Velázquez (4,5): el punto más bajo en defensa. Endeble en la marca, lo complicaron bastante con subidas por su andarivel y tampoco aportó demasiado en ataque. Además estuvo muy impreciso en los pases cortos, uno de sus fuertes. Lo mejor fueron dos centros consecutivos en el inicio de la segunda etapa, uno a las manos de Garcés -controló en dos tiempos- y otro llovido que obligó al arquero a rechazar con una mano al córner, pese a que la pelota no entraba.
Diego González (5): fue de menor a mayor en una noche con varios matices para él. En el primer tiempo estuvo desordenado para recuperar y alternó en la entrega del balón. En gran medida se debió a su áspero duelo con Hernández, quien lo buscó con varios lujos y provocó la reacción del Pulpito, que lo atendió en más de una ocasión. Por eso fue amonestado a los 34 minutos de la segunda mitad y estuvo al borde de la roja. ¿Lo bueno? A los 16 tuvo una de las chances más claras de Lanús con un potente cabezazo tras asistencia de Ayala, que Garcés despejó por arriba. Además levantó su nivel en el complemento al participar más en el circuito de juego. A los 40 salió para dejarle su lugar a Barrientos.
Leandro Somoza (4): otro desempeño deslucido para el cerebro granate en el medio. No impuso su presencia ni aportó claridad en la distribución del balón. Le faltó conectarse con el tridente ofensivo y sorprender con algún disparo de media distancia, un recurso siempre válido que esta vez estuvo ausente. En la segunda etapa sintió el cansancio y la jerarquía individual de Hernández, que lo tuvo a maltraer todo el partido: a los 21 minutos se ganó la amarilla por un pisotón al ex Argentinos y caminó al borde de la expulsión por jugar a destiempo. Desconocido.
Víctor Ayala (5,5): intentó marcar el camino con remates de media distancia en un partido cerrado y muy friccionado. Tuvo al menos cuatro tiros al arco en la noche del Sur. A los 8 ejecutó un tiro libre débil y razante, que increíblemente complicó a Garcés pero no tuvo atentos a Acosta y Goltz en el rebote. A los 34 aprovechó un mal cálculo de Opazo y resolvió con un centro bajo que el Laucha no pudo anticipar. En el segundo tiempo, por su parte, probó con un disparo desviado al minuto, se lo perdió solo a los 24 después de un envío de Junior Benítez (elevó demasiado la definición) y, por último, forcejeó ante la marca de dos rivales pero pateó mordido al cuerpo del arquero a los 30. Casi todas situaciones que se autogeneró por mérito propio. No obstante, su punto débil quedó al descubierto con varios errores conceptuales en la marca o cuando lo encararon.
Lautaro Acosta (4): fue una noche fatídica para el delantero del Grana. Arrancó enchufado y con muchas ganas, pero nunca incidió en ataque y perdió siempre con Alejandro López en el mano a mano. Con su velocidad evitó una contra clara de O’Higgins cuando Lanús había quedado mal parado atrás. La única vez que pudo desbordar fue por la punta izquierda con un pase atrás a González, cuyo remate encontró una pierna rival. Además su falta de concentración lo llevaron a quedaron dos veces seguidas en offside. Muy poco para un jugador desequilibrante como él, que tuvo que abandonar la cancha en el entretiempo por una contractura en la cara posterior del muslo derecho, el cual horas más tarde se confirmó como una distensión. Out por tres semanas.
Santiago Silva (5): sigue sin convertir pero cumplió por ser el abanderado en la lucha y no dar ninguna pelota por perdida. Tiró un par de tacos en el arranque para entrar en confianza y ayudó como siempre en las pelotas paradas en contra, aunque no tuvo mucho peso en el área y fue absorbido por los centrales. La única vez que ganó en ataque fue a los 44, con un cabezazo incómodo, exigido y desviado después de un centro de Araujo. En el segundo tiempo se acomodó en el juego del choque y el roce. Además pivoteó bien en función de equipo (como la que aguantó para que remate Blanco) y hasta desbordó cuando se recostó sobre el sector derecho. Aprobado.
Oscar Benítez (4,5): aportó movilidad y rebeldía pero casi siempre se quedó en el intento. Entró activo al partido y pintaba para ser su noche cada vez que lo encaraba a Opazo. Envió algunos centros interesantes y generó faltas en ataque, aunque no acertó ningún pase decisivo y eligió generalmente la opción equivocada. Apostó en exceso a la maniobra individual y pocas veces pudo desequilibrar por afuera. Nunca se resignó a encarar, pero su labor se tornó discreta con el correr de los minutos y por eso Guillermo decidió reemplazarlo a los 29 del segundo tiempo para que haga su debut Alejandro Silva.
Ismael Blanco (4): ingresó en el entretiempo por la lesión de Acosta y alternó en la función de nueve con Silva. En su botín zurdo estuvo la opción más peligrosa de Lanús en la segunda etapa: el uruguayo aguantó un lateral de Maxi Velázquez de espaldas al arco y le sirvió el gol a los 16, aunque su remate encontró la pierna de Garcés para impedir la apertura del marcador. En líneas generales fue intrascedente y sólo mostró decisión a los 39, cuando fue a buscar un disparo de Alejandro Silva que rebotó en un rival y conectó sin fuerza a las manos del arquero.
Alejandro Silva (-): si bien entró apenas 15 minutos, mostró cosas interesantes en su estreno con la camiseta de Lanús. Se movió como volante derecho y a veces se soltó hasta la posición de enganche. Contagió al resto con muchas ganas y dinámica, mientras que alternó buenas y malas en sus decisiones con la pelota.
Fernando Barrientos (-): fue el último cambio cuando quedaban cinco minutos para el final. Casi no participó del juego, salvo una infracción que le cometieron en tres cuartos de cancha.
Por Bruno Russo (@BrunorussoFG)