En la tercera entrega de la sección de Fortaleza Granate dedicada a las jóvenes promesas de las inferiores, entrevistamos al lateral zurdo categoría 2003 que fue promovido en diciembre pasado por Zubeldía para entrenar con el plantel profesional. Bicampeón 2019 con la Séptima de Kmet y también con la Reserva que dirige Rodrigo Acosta, es uno de los juveniles de mayor proyección en Lanús.
Julián Ezequiel Aude Bernardi nació el 24 de marzo de 2003 en Capital Federal, aunque vivió siempre en Lanús.
Su puesto base es de lateral izquierdo, aunque puede hacer el recorrido por toda la banda. A Zubeldía le gusta como volante interno y también lo probaron de extremo en algún momento.
«De tres me siento más cómodo porque jugué toda mi vida ahí. Conozco el puesto y me siento más firme, tengo la cancha de frente y se me hace más fácil para la salida o gambetear. De volante me las rebusco, pero a veces me cuesta jugar de espaldas. Aparte siempre estás más presionado, por uno o dos rivales», confiesa.
Se inició a los cinco años en el club de baby Biblioteca Popular Nicolás Avellaneda. Al año siguiente llega al Club Lanús, a través de un técnico que lo lleva a la Escuelita del Grana.
«Cuando empecé a ir, me aburría un poco. Tenía seis años y me gustaba más el baby que jugar en cancha de 11. Dejé un mes, pero enseguida empezaron los Mundialitos del club. Mi equipo participó y ahí me volvieron a llamar», recuerda Juli.
En su recorrido por el fútbol infantil comenzó con Sosa, después tuvo como entrenador a Gabriel Del Valle Medina y luego al «Pirulo» Cordero hasta llegar a manos de Ezequiel Carboni en 2012.
«Con el Kely hubo un cambio bastante grande. Él formó nuestro equipo y nos trataba como jugadores grandes. Eso hacía que siempre estemos un paso adelante del equipo que teníamos enfrente. Nuestra categoría fue bicampeona en infantiles. Ese primer año arrasamos y terminamos invictos. Ese nivel nos ayudó un montón en el salto a juveniles», coincide Aude con lo expuesto por el «Polaco» Krilanovich en la anterior entrega de esta sección, made in Fortaleza Granate.
Tras un año junto a Gastón Martínez como DT, llegó el momento de iniciar en fútbol amateur con Guillermo Alonso. Y en 2019, el año soñado con bicampeonato en dos torneos cortos, obtenido por el equipo a cargo de Julián Kmet.
«No estuve mucho con mi categoría en el transcurso del año. Participé de los torneos internacionales con la Selección y me tocó jugar pocos partidos. Cuando volví, me subieron a Sexta. Pero como vieron que la 2003 estaba peleando el título, me bajaron a Séptima para jugar con Rosario Central. Si ganábamos, íbamos a la final. Lo hicimos y pude estar en la definición con Newell’s», relata una de las promesas con mayor proyección de la cantera Granate. Y agrega: «Fue muy lindo salir campeón con mis compañeros, que son además mis amigos de la vida. En los años anteriores nos venía tocando salir segundos o perder finales. Siempre se hablaba que a nuestra categoría le costaban los partidos difíciles. Ganar esa final fue sacarnos un peso de encima. En el próximo torneo volvimos a salir campeones, pero yo no lo jugué porque me tocó lesionarme».
Al respecto, Aude detalla: «Tenía una tendinitis en el poplíteo, cuyo ojal era más grande de lo normal desde mi nacimiento. Eso hacía que mi rodilla se trabe a veces. Tenían miedo que me rompa otra cosa (Sic). Entonces decidieron operarme para ver si llegaba al Mundial (Sub-17). Salió todo perfecto, pero no me dieron los tiempos de rehabilitación. Por las dudas, prefirieron que esté dos o tres meses más y que me recupere tranquilo».
El bajón anímico que significó quedarse afuera de la cita mundialista, fue saneado rápidamente. Y con creces. «Al principio fue un golpe bastante grande. Me venía preparando mucho y tenía como meta jugar ese Mundial. Pero enseguida me llamaron del club y me avisaron que Luis (Zubeldía) me estaba siguiendo, para ver si podía ir a una pretemporada con Primera. Después de ese llamado, cambié el chip y me mentalicé para eso», asegura Julián.
Una vez curado de su lesión, el 27 de diciembre de 2019 lo convocaron a entrenar con el primer equipo de Lanús. «Fue como empezar de cero. Por suerte me sentí bien, bastante coordinado. De a poco veía que iba mejorando. En ese proceso me ayudó mucho Fabi (Gallucci, preparador físico). Me sacaban diferencia en la fuerza y estuve con él haciendo un trabajo especial. Creo que mejoré un montón. Y justo vino la cuarentena, je», admite.
«Fue hermoso ganar el Sudamericano con la Sub-17. Me sirvió al llegar a entrenar con la Reserva de Lanús porque había tenido roce con jugadores más grandes. Me adapté más fácil a ese cambio. Además en la Selección nos enseñaron a no tener miedo a jugar con la pelota y hacerlo rápido. Eso me facilitó mucho todo».
UN JUGADOR DE BANDA (IZQUIERDA)
«Mi puesto base siempre fue de lateral. Con el Kely (Carboni) empecé a jugar seis meses de tres y la otra mitad del año como volante, en el puesto de enganche. Según el partido, si el equipo necesita más o menos marca, me iban cambiando de posición. En Octava y Séptima también jugué de doble cinco. Y hasta de extremo. Puedo hacer toda la banda sin problemas».
CHARLA TÉCNICA
«Luis me llamó un día y me habló de este tema. Él sabe que soy lateral, pero me quiere probar de volante interno. Por ejemplo, si estamos jugando contra un equipo que tiene un buen extremo, yo soy un defensor más ofensivo que defensivo. Entonces ahí me usaría para tener técnica en el medio».
«Me gusta ir para adelante. No tengo tanto gol, soy más de asistir. Mejoré bastante con los tiros de media distancia. Le estoy pegando mejor que antes».
Con 17 años, Julián Aude entrena a las órdenes de Zubeldía con el plantel profesional de Lanús, que esta semana retomó las prácticas presencias en Cabrero y Guidi.
«Es una felicidad enorme volver a tener contacto con la pelota y ver de nuevo a tus compañeros. Esa adrenalina de tener entrenamiento en el club y que estén los técnicos mirándote, es más lindo que entrenar solo en tu casa. Y obviamente cansa más, je. Al estar desacostumbrados al campo, nos estamos muriendo (Sic)», manifiesta el defensor.
«Me desacostumbré al pasto y me pesa la cancha después de entrenar cinco meses en cemento. Siento las piernas pesadas cuando corremos».
Sobre el distanciamiento que indica el estricto protocolo sanitario que lleva adelante el club, Aude expresa: «Es raro entrenar solo. Le das un pase al paredón y a veces te la devuelvo mal. No es lo mismo que un compañero. Se extraña tirar una pared o hacer el reducido de siempre». Y añade sobre la puesta a punto para el inicio del torneo: «Todos volvimos bien, porque cumplimos la rutina en casa. A ninguno se lo ve tan fuera de ritmo, salvo alguna complicación puntual según el espacio que tenía cada uno para entrenar. Yo creo que de acá a un mes y medio, vamos a llegar bien».
«El Laucha me aconsejó bastante con el tema de la lesión. Cuando arranqué, lo hice primero en kinesiología y él me vino a hablar. Me dijo que no me apure y que esté tranquilo, que vuelva cuando sienta que esté 100% para hacerlo».
EL SUEÑO DE DEBUTAR EN PRIMERA, SER CAMPEÓN CON LANÚS Y JUGAR UN MUNDIAL
«Luis siempre te da esa confianza que dice ‘acá juega cualquiera’. Al que ve bien en los entrenamientos y se esfuerza, él lo pone. Eso hace que uno siempre tenga esa ilusión de ir al banco y entrar algún día, o ser titular. Es el sueño de cualquier futbolista, más en el club que estuve toda la vida».
FICHA PERSONAL
Nombre completo: Julián Ezequiel Aude Bernardi
Lugar de nacimiento: Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Fecha de nacimiento: 24 de marzo de 2003
Edad: 17 años
Altura: 1,82 mts.
Posición: Lateral izquierdo
Pierna hábil: izquierda
Mayor virtud: gambeta, visión de juego y salida clara desde el fondo.
Referente argentino: Maxi Velázquez (retirado), Emiliano Papa (primer etapa), Milton Casco y Frank Fabra.
Referente mundial en su puesto: Marcelo (Real Madrid).
Hobbie alternativo al fútbol: jugar a la Play Station con amigos.
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