Además de ser la figura de Lanús en los últimos partidos, Gustavo Gómez metió un cabezazo salvador en Córdoba para dejar abierta la serie ante Belgrano. El defensor convocado a la Selección de Paraguay estampó su cuarto gol con la camiseta granate y una vez más se lo dedicó a Diego Barisone. Fue su tercer grito en la Copa Sudamericana, donde había marcado un par jugando para Libertad.
Por algo se arrepintió Ramón Díaz, quien sorprendió al dejarlo afuera de la Copa América y ahora volvió a convocarlo. Su fantástico presente lo amerita. Gustavo Gómez viene siendo figura indiscutida de Lanús hace varios partidos y también convierte goles importantes, como los dos a Nueva Chicago por Copa Argentina y el que le marcó de cabeza sobre la hora a Belgrano, para el valioso empate 1 a 1 que rescató el Granate del estadio Mario Alberto Kempes. Sí, Gómez es caudillo y goleador a la vez.
El testazo salvador del defensor guaraní, tras un centro preciso de su compatriota Víctor Ayala, sirvió para dejar abierta la serie con miras a la revancha, que será el jueves 17 de septiembre a las 21.15 en la Fortaleza. Además, permitió que el equipo de Guillermo Barros Schelotto estire a siete los partidos sin perder ante el Pirata cordobés, que no lo vence en Córdoba hace 13 años. Entre todas las competencias, el Grana acumula seis juegos sin derrotas: dos victorias por Copa Argentina, tres empates en el campeonato y esta igualdad en la Sudamericana, con apenas dos goles en contra.
El ganador de esta llave se cruzará en Octavos con Universitario de Perú o Defensor Sporting, que ganó 3 a 0 el partido de ida en Uruguay. La revancha se jugará el martes 15 de septiembre a las 19.30 en Lima, dos días antes que el encuentro de vuelta entre Lanús y Belgrano.
Gómez estampó su cuarto tanto con la camiseta de Lanús, ya que en el primer semestre también facturó en el triunfo 2 a 0 contra Atlético Tucumán por Copa Argentina. En total lleva tres gritos en la Copa Sudamericana, donde había señalado un par en la edición 2013 jugando para Libertad de Paraguay. Uno de ellos fue justamente al Granate, que ese año se consagró campeón, cuando el Gumarelo cayó por 2 a 1 en la ida en Asunción. El otro se lo metió a Sport Recife de Brasil, también como local.
En otro orden, el gol de Fernando Márquez a los 15 segundos fue el más rápido en la historia de la Copa Sudamericana. El tanto de Belgrano le cortó un invicto de 200 minutos al arco de Matías Ibáñez, a quien no batían desde el zapatazo de Eric Aparicio en el 1 a 1 ante San Martín de San Juan. El arquero que se ganó la titularidad de Lanús mantuvo su valla en cero frente a Estudiantes (0-0), Independiente (2-0) y Huracán (0-0).
