Fue el coordinador general del fútbol juvenil durante tres años y renunció este viernes a un ciclo que consideró cumplido junto con su hermano Román, el entrenador de arqueros de las categorías menores. Desde su silencio eligió a Fortaleza Granate para dejarle un emotivo saludo de despedida a aquellas personas que lo rodearon en el transcurso de su gestión.
La noticia causó sorpresa y asombro en los pasillos del fútbol amateur. Sus huellas no pisarán más el comedor ni la pensión cinco estrellas de Lanús, que se convirtió en su hogar durante los últimos tres años. Carlos Ranalli renunció este viernes a su cargo de coordinador general de las Inferiores, seis días después de la última fecha de la Copa Campeonato ante Estudiantes de La Plata. En la decisión de abandonar el club lo acompañó su hermano Román Ranalli, quien era entrenador de arqueros de las categorías menores (7º, 8º y 9º).
Los motivos de su alejamiento al frente de las juveniles granates no fueron dados a conocer oficialmente. Sin embargo trascendió que, además de no conseguir los resultados esperados por la CD, ciertas diferencias que mantenía con la cúpula dirigencial hace un tiempo habrían precipitado la salida del ex técnico de Racing de Córdoba (2009) y Racing de Olavarría (2011), que además fue ayudante de campo de Carlos Ramaciotti en Gimnasia La Plata durante la temporada 2002-2003.
Desde el silencio que guardó con medios radiales, Ranalli eligió a Fortaleza Granate para dejar un emotivo saludo de despedida:
«Quiero manifestar una gran admiración hacia todas aquellas valiosas personas que formaron parte de nuestra estructura durante estos tres años: a mi familia por el apoyo incondicional, cuerpo técnico de primera división, jugadores, entrenadores, cuerpo médico, comedor, pensión, encargados de campo de juego, utileros, psicólogas, asistente social, profesoras, fútbol infantil, captación, Victoriano Arenas, Lanús-Colombia y dirigentes. Agradezco su compromiso, lealtad, perseverancia y dedicación, que día tras día aportaron para el crecimiento de los jóvenes futbolistas. Abrazo grande y HASTA QUE EL CORAZÓN DEJE DE LATIR…»
Carlos Ranalli asumió el 15 de enero de 2012 y el 18 de noviembre obtuvo el título con la Séptima División que dirigía Hernán Meske. En ese equipo se destacó Marcos Astina como goleador y también Joaquín Ibáñez, ambos integrantes del actual plantel profesional. En los dos años siguientes no se consagró ninguna categoría, obteniendo el tercer puesto en la tabla general de 2013 con 186 puntos y la sexta colocación en 2014 con 173 unidades.
