Guillermo habló como pocas veces y dijo lo que siente sobre este mal momento de Lanús. “Tenemos que cambiar la imagen. Es algo futbolístico, no busquemos otras cosas. Nos está tocando jugar mal y asumimos la responsabilidad”, tiró.
El ambiente no era el ideal cuando se consumó el empate en uno frente a Olimpo el último lunes. La Fortaleza se fue apagando entre una mezcla de silencio e indiferencia. A lo lejos se escucharon algunos silbidos por lo poco mostrado por Lanús, una cruel realidad, y también sonaron algunos cánticos recordándole a los jugadores que se viene el clásico en un par de días. Cosas poco habituales en esta etapa de los Mellizos al frente del Granate y que marcan que algo se está rompiendo.
El mal arranque, las chances que no se aprovecharon para sumar estrellas, lo poco que produce el equipo y los bajísimos rendimientos individuales son indicios de que las cosas deben cambiar. Guillermo, en este sentido, es el primero en reconocerlo. En un clima totalmente diferente a lo que fue la conferencia de prensa post 1-1 con los de Bahía Blanca, Barros Schlotto charló con Grana Deportivo y expresó lo que siente en este duro momento. “Tenemos que cambiar la imagen. Es algo futbolístico, no busquemos otras cosas. Nos está tocando jugar mal y asumimos la responsabilidad. No hay que buscarle la vuelta, hay que agachar la cabeza, trabajar y conseguir resultados. No hay nada extraño, ningún tipo pelea entre nadie ni nada de eso”, adelantó.
Acepta las preguntas, las respeta. No mira para otro lado. Es conciente de lo que pasa. Se preocupa. Pero al mismo tiempo, encuentra las respuestas que considera adecuadas y las expone convencido. “Es lógico que haya un bajón quizá cuando venís de pelear tantas cosas. Uno no lo busca ni lo quiere, pero a veces se da y hay que saber entenderlo. Tanto el jugador, como los técnicos y el hincha. Todos trabajamos para lograr más en el día a día y trataremos conseguirlo ante Rácing y en el clásico con Banfield que es tan importante”, analiza el Mellizo, quien también da sus argumentos para seguir de pie en su cargo como entrenador del Grana: “La verdad es que en el club me siento bárbaro. Siempre me trataron muy bien y estamos muy cómodos. No tengo porque cambiar. Si veo algo anormal podría tomar alguna decisión pero no hay motivos para irme a Boca o al que sea. Le di mi palabra a Marón más allá del contrato que firmamos”.
Sobre los errores que vio frente a Olimpo, insistió en cuestiones lógicas sobre algunos errores infantiles que claramente no se pueden volver a repetir. “Nos empataron a través de un saque de arco de parte del arquero, eso no nos puede pasar. Después de eso no tuvimos reacción. No apareció el equipo que debe aparecer en los momentos que el partido lo requiere. Todos se quedan con eso, pero en el primer tiempo habíamos hecho bien las cosas. Sin jugar un gran partido, fuimos superiores y merecimos más. Quedamos en deuda en cuanto al juego, hemos demostrado que podemos dar mucho más”.
