Lanús se trajo un triunfazo del Centenario al imponerse por 1 a 0 ante Montevideo Wanderers de Uruguay y mantuvo la punta del Grupo A. El único tanto del encuentro fue cerca del cierre, gracias a una gran jugada de Ángel González y la aparición de José Sand, el eterno goleador Granate. El equipo de Almirón suma 7 puntos, uno más que Barcelona. Se miden el miércoles en Guayaquil.
Apretó en el momento justo, insistió hasta que logró la ventaja, y consiguió su objetivo: ganar. Mucho más sabiendo que en una semana define posiblemente el Grupo A de la Sudamericana ante su rival Barcelona, en Guayaquil. Era clave sumar de a tres, y si bien no brilló, es más que valioso conseguir esta victoria en tierras uruguayas. Cuándo no, su Ángel para el gol apareció cuando más se lo necesitaba. Lanús sigue más vivo que nunca en la Sudamericana. Y sueña en grande con clasificarse a la próxima ronda, aunque falte mucho todavía.
En el primer tiempo, las cosas no fueron sencillas. Quizá por más mérito propio que por otra cosa. A Lanús le costó todo, se dejó apretar por Wanderers y estuvo cerca de sacar del medio. Replegado, impreciso y sin profundidad, sufrió por demás ante un rival sin demasiado peso ofensivo. Recién pasada la media hora, pudo hacer pie en el mediocampo, aunque le faltó nafta para brindarle juego a los de arriba. Las llegadas más importantes vinieron por medio de alguna que otra corrida de Acosta, que no estuvo fino en los metros finales.
En el complemento, Almirón acertó con el cambio de los González: afuera Maxi, amonestado, adentro Ángel, recuperado de su lesión. El ex Pincha entró enchufado por la banda derecha y contagió a sus compañeros. Generó peligro por su sector, y también hizo que varios levantaran su nivel, tales son los casos de Sand y Lopez, quien entraron en contacto con el balón y merodearon el arco charrúa. En la tercera aparición de Angelito, y tras dos muy claras, a los 29 llegó la hora del Pepe, quien con un toque de primera hizo explotar al pueblo Granate que se acercó al Centenario.
Luego hubo que aguantar, de la mano de Matías Pérez y Diego Braghieri, los puntos más altos del equipo, y un compromiso general que dieron terminaron dando sus frutos. Los tres puntos se fueron para casa nomá.